Llevar un texto a todas partes, ponerse metas “realistas” y explorar estilos diferentes son parte fundamental para comenzar a leer en un mundo dominado por las nuevas tecnologías y redes sociales.
Este 23 de abril, en Chile y el resto del mundo se conmemora el Día Internacional del Libro en un contexto de creciente interés por la lectura, aunque, según los expertos, persisten importantes desafíos en comprensión lectora y acceso equitativo.
Una encuesta reciente de Corpa Estudios de Mercado reveló que el 38% de los hombres y el 34% de las mujeres leen diariamente. En cuanto a las diferencias por edad, la lectura diaria alcanza su mayor frecuencia entre las personas de 45 a 55 años (44%), mientras que en los grupos más jóvenes las cifras son menores: 33% en el rango de 18 a 24 años y 35% en los de 25 a 34 años y 35 a 44 años, evidenciando una tendencia al aumento del hábito lector con la edad.
Las preferencias lectoras varían significativamente según el género. Mientras las mujeres muestran un mayor interés en libros de ficción, los hombres optan por artículos en línea, textos históricos y diarios. También destaca entre los hombres jóvenes, la lectura de manga y cómics.
“Se suele creer que el hábito lector solo se puede desarrollar en niños, sin embargo, eso no es tan así. Es importante considerar que, en personas adultas, es fundamental partir de temáticas significativas para ellas las que, por ejemplo, se vinculen con sus propias experiencias.En otras palabras, si queremos desarrollar el hábito lector en personas adultas, no deberíamos partir por imponer lecturas ajenas a sus vivencias”, comentó Patricio Moya Muñoz, académico del Departamento de Lingüística y Literatura de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
La frase “estoy malo para leer” se suele escuchar a menudo en algunos círculos de amistades. Se trata de una frase que tiene cierto porcentaje de “culpa” y necesidad de retomar un hábito que tan bien le hace al ser humano: leer.
Para el profesor Moya es fundamental que el acercamiento a los libros esté ligado al goce, a una aventura personal, donde no existe buena o mala literatura.
“Se debe estimular la motivación intrínseca, en la que la lectura debe ser comprendida como una experiencia placentera y libre de juicios: no debemos pensar que hay buenos o malos libros, es decir, alta literatura o baja literatura; tenemos que desmitificar los criterios tradicionales asociados con la legitimidad lectora”, sostuvo el experto en Diario Usach.
Consejos para comenzar a leer y no perderse en el intento
1. Lleva un libro a todas partes: De seguro habrá algún tiempo muerto en que puedas aprovechar de leer: en el transporte público, haciendo una fila o esperando que tus hijos salgan de la escuela.
2. Reemplaza el celular por la lectura: ¿Te quedas mucho rato mirando redes sociales? Identifica esos momentos e intenta destinar ese tiempo a leer. Puede ser antes de dormir, después de la ducha o en el paradero.
3. Lee libros cortos: Un libro largo puede ser demasiado desafiante para salir de un bloqueo lector. Intenta con lecturas más cortas para sentir pronto la satisfacción de terminar un buen libro y quedar con ganas de más.
4. Explora distintos formatos y estilos: ¿Si te dicen “lectura” piensas en “novela”? Recuerda que hay libros de cómics, cuentos, poemas, biografías, obras de teatro, crónicas y más. Explora distintos géneros y formatos, y encuentra cuáles son tus favoritos.
5. Ponte metas diarias realistas: Quizá empezar por leer 50 páginas diarias puede ser mucho, pero puedes intentar con 10. Si te pones metas breves, va a ser más fácil dedicarle un tiempo diario a la lectura y crear un hábito. Y quién sabe… Quizá leas 30 páginas sin darte ni cuenta.
Fuente: Usach