Aunque el calor del verano invita a liberar los pies, hacerlo sin el cuidado necesario puede tener dolorosas consecuencias.
Con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas, las sandalias y calzados abiertos se convierten en los preferidos de muchas personas, pero su uso sin el cuidado adecuado puede desencadenar problemas en la salud de los pies. Por eso, Nicole Díaz, Enfermera y jefa de carrera de Técnico en Podología Clínica del Centro de Formación Técnico (CFT) Santo Tomás Puente Alto, advirtió los riesgos de la exposición y cómo mantener los pies en buen estado durante la temporada estival.
Así, la dolorosa aparición de durezas y piel engrosada en los pies son algunos de los enemigos del verano. “Al usar zapatos descubiertos, nuestros pies quedan expuestos a factores externos como el polvo, el pasto y la arena, lo que puede provocar engrosamiento de la piel, particularmente en los talones y en los bordes de los pies. Estas durezas, llamadas queratomas o helomas, se desarrollan como respuesta de la piel a la fricción y presión, lo cual puede resultar doloroso e incómodo”, explicó la profesional.
Para no sufrir este tipo de lesiones, la experta insiste en la necesidad de una hidratación diaria con cremas específicas o vaselina líquida, ya que durante el invierno suelen resecarse más. Asimismo, sugirió realizar una higiene adecuada utilizando jabón neutro y secar bien los pies para evitar infecciones.
Además, la académica de Santo Tomás recomendó elegir cuidadosamente el calzado para minimizar los daños de la sudoración y fricción en los pies. Indicó que los zapatos ajustados y de materiales poco transpirables agravan problemas como las durezas y favorecen la aparición de ampollas. Por tanto, subrayó que es imprescindible optar por calzados de buena calidad, hechos de materiales transpirables como el cuero, que se ajusten bien al pie.
Igualmente, hizo un llamado a priorizar la prevención con consultas regulares a especialistas: “Visitar al podólogo al menos tres veces al año es una medida preventiva, que no solo ayuda a mantener los pies en buen estado, sino que permite recibir recomendaciones personalizadas de cuidado tanto para personas con enfermedades base como personas sanas”.
De esta forma, la experta concluyó que, aunque el verano invita a liberar los pies, hacerlo sin el cuidado necesario puede tener graves consecuencias. No basta con lucir sandalias, también las personas deben cuidar la salud de sus pies, evitando incomodidades y molestias futuras.
Fuente: Simplicity