Rosanna Domarchi, académica de la Usach, recomendó los deportes que pueden cautivar en la cita que comienza este viernes 17 de noviembre.
La profesora de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad de Santiago, Rosanna Domarchi, recomendó ponerle atención a cuatro disciplinas que estarán presente en los Juegos Parapanamericanos.
Uno de los imperdibles es la boccia, porque es un deporte de continua atención y precisión. “Es practicado de manera individual, por parejas o por equipo, creado originalmente para atletas con parálisis cerebral o deficiencias graves”, comentó la experta en deporte adaptado e inclusivo.
El juego consiste en competidores que se enfrentan con una bocha de color rojo o azul y deben tirar su bocha hacia el Jack, de color blanco. El tiro más cercano gana.
En los Parapanamericanos 2023 también podremos ver el rugby en silla de ruedas, que es un juego de contacto intenso. La especialista añadió que “las sillas de ruedas pueden alcanzar velocidad de hasta 30 k/h, por lo tanto, los jugadores deben tener gran habilidad para controlarlas y manejarlas a alta velocidad”.
En este deporte, el contacto entre las sillas está permitido para lograr llegar con el balón a través de la línea de gol del equipo contrario.
Una tercera disciplina imperdible, según la académica, es el goalball. Esta no tiene su homólogo en el deporte convencional porque fue creado para personas con discapacidad visual.
Domarchi, quien también es árbitra de este deporte, aseguró que “lo recomiendo porque es innovador, desafiante y mantiene al público cautivo de inicio a fin, quienes deben permanecer en silencio mientras el balón está en juego”. Esta disciplina se desarrolla marcando goles con la mano a ras del suelo con un balón sonoro, que pesa más de 1 kilo, y se puede lanzar de variadas formas, dependiendo de la discapacidad. La cancha posee líneas táctiles, en relieve, que permiten referencial a los jugadores el lugar o posición de los laterales y central.
Por último, nos encontraremos con el para bádminton, el cual fue recientemente incorporado al programa paralímpico en Tokio 2020. Este deporte adaptado es muy similar a su homólogo convencional, pero a diferencia tiene 6 clases deportivas, según el tipo y grado de afectación.
El objetivo es golpear un proyectil, conocido como plumilla, con una raqueta ligera que pase por encima de la red y caiga dentro del sector del oponente.
Se puede jugar en silla de ruedas o de pie. En el caso de la primera forma, Rosanna Domarchi enfatizó que “las sillas de competencia se modifican para ayudar a los deportistas. Pueden tener el respaldo bajo para evitar la interferencia del jugador; otro reacondicionamiento es añadir ruedas en la parte trasera para evitar que se vuelque cuando el jugador se inclina hacia atrás”.
En este evento deportivo que comienza este viernes 17 de noviembre, la delegación chilena participará con 166 competidores en 17 disciplinas, compitiendo contra 31 países.
Fuente: Usach.