El especialista en seguridad pública y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Jorge Araya, sostiene que en vez de enfrentar a las policías con grupos organizados con armas de fuego, como plantea el ministro del Interior, se debe establecer un protocolo que defina acciones preventivas, como controles de identidad, y en un cuadrante externo, para evitar la confrontación. “Si Carabineros interviene en una población, es muy probable que se provoque una balacera, lo que podría terminar con la vida de un inocente”, afirma.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, aseguró haberle ordenado al general director de Carabineros, Mario Rozas, a que intervenga más directamente en los llamados funerales narcos, por el uso ilegal de armas y fuegos artificiales. En conversación con diario La Tercera, el secretario de Estado indicó que las instrucciones que le dio son “actuar de forma directa y oportuna, siempre que haya una infracción de ley, y en estos casos sí existen infracciones de ley y delitos flagrantes”.
Para el experto en seguridad pública y académico de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, la intervención directa de Carabineros puede terminar siendo contraproducente ya que, potencialmente, podría aumentar aún más los niveles de violencia que afectan a la población en este tipo de situaciones, al poner en tensión a las fuerzas policiales con grupos organizados con armas de fuego. Para el ex jefe de la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, la mejor solución es establecer un protocolo que defina acciones preventivas.
“Si Carabineros interviene en una población, es muy probable que se provoque una balacera, lo que podría terminar con la vida de un inocente. Es un criterio de prudencia, porque hay una situación crítica donde hay mucha emocionalidad de por medio, lo que puede redundar en un daño mayor”, explica Araya. El especialista reconoce que ello provoca una sensación de inseguridad, pero insiste en que para reducirla “me parece prudente que exista un protocolo definido para que las policías sepan cómo actuar en pos de proteger a la población”.
De acuerdo a Araya, un protocolo de estas características debe considerar un control de identidad a quienes participan en estas convocatorias, revisión de sus autos para cerciorarse de que no tengan encargo por robo, controlar el uso de armas y fuegos artificiales, y limitar y definir el trayecto que contemplan para ir hacia cementerios, a fin de que no se tomen las calles. “El control a quienes asistan debe hacerse en un entorno o cuadrante exterior, tratando de evitar una confrontación directa”, afirma.
Finalmente, considera que las policías deben recibir una capacitación especial para abordar este tipo de situaciones conflictivas. “Carabineros tendrá que preparar a su personal, ya que un protocolo dará indicaciones, pero el personal tendrá que tener un criterio claro con apoyo de la Fiscalía al momento de realizar controles de detención y operativos, lo que ciertamente provocará tensión”, concluye.
Fuente: USACH.