Por Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial, Magister en Administración de Empresas de IEDE y Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida
El mercado inmobiliario estadounidense ha experimentado turbulencias en medio de un panorama económico desafiante, con un aumento en la inflación y las tasas de interés. Sin embargo, dos estados se alzan como destinos atractivos para los inversionistas inmobiliarios, especialmente aquellos que dan sus primeros pasos: Los estados de Texas y Florida.
Entre esos dos, gracias a su clima caribeño, su cercanía a América del Sur y Centroamérica, así como su atractivo para los inversores sudamericanos, Florida ha pasado a ser un imán para los inversionistas Latinoamericanos. Además de eso, este estado también está experimentando un crecimiento financiero, ya que muchas empresas están trasladando sus sedes centrales a Florida debido a los beneficios y el potencial de crecimiento que ofrece.
Un factor clave que hace de Florida un destino aún más atractivo para los inversionistas inmobiliarios es su estructura impositiva. A diferencia de estados como Nueva York o California, en Florida no se cobran impuestos estatales sobre las propiedades inmobiliarias, sino únicamente los impuestos federales, lo que representa un ahorro significativo para los propietarios de inmuebles en el estado, maximizando el rendimiento de sus inversiones
Si decidimos centrarnos en ciudades específicas como Fort Lauderdale, West Palm Beach y Jacksonville, descubriremos oportunidades únicas. Jacksonville, que se encuentra al norte de Orlando, está experimentando un rápido crecimiento al convertirse en la nueva “Silicon Valley”, con muchas empresas tecnológicas estableciendo sus oficinas corporativas y generando una mayor demanda de inversiones. Asimismo, es una ciudad residencial con una economía próspera y niveles de desempleo bajos.
Por su parte, Fort Lauderdale, es una de las zonas más atractivas en todo Estados Unidos. Tiene canales y muchos restaurantes, por eso la llaman la “Pequeña Venecia”. También es un puerto de cruceros y tiene el segundo aeropuerto internacional de Miami, lo que resulta en una gran demanda de propiedades debido a su atractivo turístico y residencial.
Finalmente, West Palm Beach ha llegado a ser uno de los destinos más deseados por los millonarios y multimillonarios estadounidenses. La ciudad cuenta con embarcaderos, campos de golf y un floreciente sector artístico que incrementan el valor de las propiedades.
El Brightline, un tren rápido que conecta Miami y Orlando, facilita la conectividad entre West Palm Beach y Fort Lauderdale además de las principales metrópolis del estado.
Florida es un lugar atractivo para los inversionistas inmobiliarios, especialmente aquellos que quieren comenzar en este campo, al ofrecer una amplia variedad de opciones para inversiones rentables en el sector inmobiliario, desde oportunidades residenciales y turísticas en Fort Lauderdale y Jacksonville, hasta desarrollos exclusivos en West Palm Beach.
Fuente: Lrmcomunicaciones.