Mantener un sueño profundo durante la noche es fundamental para obtener un descanso efectivo y reparador. Pero, así como en los meses más calurosos del verano nos cuesta mantener un sueño estable, con la llegada del frío muchas personas pueden ver desequilibradas sus temperaturas corporales, lo que deriva en un sueño de menor calidad.
Los problemas en invierno derivan de la tentación de dormir demasiado arropados o con aparatos como calentadores de cama a demasiada temperatura, o el abuso de guateros. Su uso excesivo puede provocar sudoraciones en la noche, lo que puede generar despertares nocturnos constantes y ser perjudicial para lograr el anhelado descanso.
Según Luis Espinoza, neurólogo de Clínica Somno, “durante el sueño la temperatura del cuerpo no es estable, sino que varía por ciclos. Por ello, si la cama se mantiene a demasiada temperatura, más que ayudarnos a tener un sueño placentero, va a generarnos problemas para dormir. La recomendación siempre es mantener la pieza y la cama a una temperatura entre 15 a 22 grados ambiente, que es la ideal para que el cuerpo descanse cómodamente” y resalta que “es un error habitual pensar que mientras más temperada esté la pieza para dormir, es mejor. De hecho, está demostrado que, si se duerme a temperaturas superiores a 24 grados ambiente, el cuerpo no va a descansar bien porque va a tender a darse vueltas y despertar”.
El especialista explica también que “la temperatura corporal sigue un ritmo circadiano, esto significa que alrededor de las 10 u 11 de la noche nuestra temperatura externa sube medio grado y se queda así durante la noche. A eso de las 7 u 8 de la mañana baja de nuevo para que podamos despertar”. Por tanto, la temperatura de nuestra piel debe estar alrededor de los 36 grados para que durmamos bien.
Para dormir de manera cómoda y tratar de buscar un equilibrio sano con la temperatura en invierno, desde Clínica Somno entregan los siguientes consejos:
1) Tratar que tanto la tela del pijama como de la ropa de cama sean de algodón, pues disminuyen la posibilidad de sudoraciones desagradables.
2) Si bien no existe consenso científico de si es mejor o no dormir con calcetines, la recomendación es que, si se sufre de frío especialmente en los pies, sí recurras a ellos.
3) Para regular la temperatura del cuerpo antes de irse a dormir, una muy buena alternativa es tomar una ducha tibia.
4) Idealmente dejar el deporte para la mañana o la tarde y evitarlo en las últimas horas del día, porque si lo haces de noche irás a la cama con una temperatura del cuerpo algo elevada que puede dificultar la conciliación del sueño.
Fuente: Vital comunicaciones