Hace unos días, la Subsecretaría de Salud Pública emitió un protocolo para el manejo de cadáveres de casos de muerte por Covid-19. Es un documento que especifica todo: el manejo dentro del recinto hospitalario, en la morgue y lo que deben hacer los cementerios y servicios funerarios, como el del Hogar de Cristo.
María Luisa Galán
Es macabro, sí, hablar de ataúdes y entierros sobre todo en estos días de coronavirus que a nivel mundial ya ha dejado más de 20 mil muertos, cuatro en Chile y que tiene a medio mundo con incertidumbre, ansiedad y estrés. Pero es un tema que más vale tenerlo presente, por si toca vivirlo. Primero, ¿sabían que la Subsecretaría de Salud Pública de Chile ya cuenta con un protocolo para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19? Es un documento de nueve páginas que explica sobre el manejo de cadáveres afectados por coronavirus, el procedimiento para familiares y personal el hospitalario, para las empresas fúnebres, cementerios, morgue y autopsias.
No es un tema sencillo, porque como tal se menciona en el protocolo “no hay evidencia científica que señale la existencia de algún riesgo de infección para quienes manipulan los cadáveres. De acuerdo a lo observado para otros virus respiratorios, así como en base al principio de precaución, se considera que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos”.
Ante ello y como dice el dicho, mejor prevenir que curar y todos debemos estar preparados. Así, el reglamento establece que cada recinto de salud debe designar una persona que se encargue del manejo de los cadáveres y que sea el responsable de dar cumplimiento al protocolo de la Subsecretaría de Salud. Entre sus acciones, considera: mantener un número de bolsas mortuorias suficientes para los casos confirmados, establecer responsabilidades para el ingreso de los fallecidos a las mencionadas bolsas y velar por el traslado del cuerpo al interior del establecimiento de salud, con un personal entrenado y determinado, evitando siempre cualquier riesgo biológico.
Se puede permitir el ingreso de familiares y amigos siempre y cuando tomen las precauciones de usar mascarillas, guantes y batas desechables. Lo mismo y más para quienes manipulen el cadáver, como la utilización de visores y doble guantes. Y aquí, vuelven a hablar de la bolsa. “Si el cierre de la bolsa es de cremallera, se procederá a sellar utilizando pegamentos u otras sustancias que aseguren la impermeabilidad de la cremallera”, se lee en el documento.
En el protocolo se recomienda no realizar autopsias, pero si las indicaciones médico-legales lo requieren, se debe seguir un procedimiento aún más estricto que el manejo de cadáveres, siguiendo las directrices de varios organismos internacionales. En primer lugar, la cirugía debe estar asistida por la menor cantidad de personas posibles, cuyos nombres deben estar en un listado y luego, deben hacer cuarentena por al menos 14 días. Este equipo debe hacer todo, incluso la limpieza posterior. El protocolo define una serie de accesorios obligatorios que deben usar, como botas hasta la rodilla, gorros y mascarillas que cumplan con las normas técnicas específicas.
En cuanto al velatorio, no se justica prohibirlo. El cuerpo estará en su bolsa sellada y desinfectada y en esta etapa, en un ataúd, que puede ser común y corriente, y debe estar cerrado. No hay, entonces, riesgo alguno, salvo el que implica la aglomeración de personas en el interior de un recinto, lo que hace del todo comprensible que se suspendan estos rituales, absolutamente opuestos a las medidas preventivas de distanciamiento social.
La Funeraria Hogar de Cristo está preparada. “El protocolo ya está funcionando. Nuestra gente está entrenada, informada y habilitada con todos los instrumentos y elementos que se requieran para operar según este documento, el que estamos cumpliendo al 100% y preparados hace semanas. Nuestra filosofía es no poner en riesgo a los familiares de la persona, al público y a nuestros trabajadores”, dice Alfredo Urbina, gerente de marketing de la Funeraria. Y cuenta que por ahora no han recibido más cotizaciones de servicios que en meses anteriores.
Si hay algo que caracteriza a la Funeraria Hogar de Cristo es su “plan fundación”, el que otorga servicios gratuitos a personas en situación de pobreza, como lo son los acogidos del Hogar de Cristo y otras organizaciones. Al año brinda este soporte a cerca de 500 personas y este 2020, evaluará caso a caso si es que llegara a haber más solicitudes ante la contingencia del Covid-19.
Fuente: Hogar de Cristo