- Este trastorno genético puede provocar sangrados profusos, moretones y hemorragias que incluso pueden tener desenlaces fatales.
- El avance de la tecnología ha permitido el desarrollo de innovadoras fórmulas para enfrentar esta patología. Las inyecciones de proteínas, que se pueden autoadministrar, han demostrado tener un efecto más inmediato y prolongado en el paciente, ayudando a mejorar considerablemente su calidad de vida.
Santiago, Abril de 2023.- En Chile se estima que existen más de 1.700 personas diagnosticadas con hemofilia, una enfermedad mayoritariamente hereditaria que afecta principalmente a hombres.
Causada por una mutación genética que afecta la coagulación de la sangre, la hemofilia puede también causar hemorragias en músculos, articulaciones y en casos más graves en el cerebro, hemorragia que puede ser causada por un golpe en la cabeza o incluso sangrado espontáneo, y si no es detectada a tiempo, puede provocar problemas neurológicos e incluso la muerte si es que no se detecta a tiempo.
Considerando las graves consecuencias que puede tener esta enfermedad, se vuelve vital mantener un monitoreo a síntomas como hematomas sin razón aparente y sangrados prolongados en heridas o cirugías entre otros.
La Dra. Verónica Soto, Hematóloga y Pediatra, Jefa del Centro de Referencia Nacional de Hemofilia del Hospital Roberto del Río comenta que “los cuidados que deben tener los pacientes dependen de la severidad de la hemofilia y del estado en que se encuentran desde el punto vista músculo esquelético. Son distintos los cuidados de un niño que lleva un régimen de profilaxis -prevención- desde el año de vida, que va al colegio y realiza deportes, a un paciente mayor que no vivió la era de la profilaxis y se encuentra con sus articulaciones dañadas o alguna otra secuela por sangrado”.
Una de las formas para abordar la hemofilia de manera más efectiva es la profilaxis, que puede llevarse a cabo de dos maneras, una es con inyecciones endovenosas donde se administra el factor deficitario en la sangre, y la otra, a través de la aplicación de la proteína de manera subcutánea, esto permite abordar pacientes diagnosticados en distinto grado y promover la coagulación, reduciendo el sangrado en hasta un 96%, y así mejorar sustancialmente la calidad de vida del paciente.
“El mayor impacto de la terapia, es la incorporación de la profilaxis a todo paciente cuya severidad de la enfermedad la demande. Esto permitirá mejorar el estado hemostático, el cual va dirigido a prevenir los eventos hemorrágicos”, asegura la doctora Verónica Soto.
Fuente: Vital Comunicaciones