Los indicadores de actividad sectorial publicados por el INE nos permiten estimar una expansión del Imacec del orden de 1,5% en 12 meses para agosto, que ubicaría el crecimiento del mes apreciablemente por debajo de la media prevista por el mercado en la última Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central (2,5%). Agosto tuvo un día hábil adicional y un viernes menos en relación a agosto de 2014.
Con este nuevo registro no parece posible alcanzar el crecimiento de 2,5% que se preveía inicialmente para el tercer trimestre, vinculado al factor estadístico que representaba la comparación con el muy débil tercer trimestre de 2014. Por ello, hemos recortado el crecimiento del período julio-septiembre a sólo 1,9%, recogiendo además los efectos negativos del terremoto en la actividad del mes de septiembre.
Para el año 2015 también hemos ajustado a la baja nuestra previsión de crecimiento desde un 2,2% a un 2,1%, lo que contempla para el cuarto trimestre un panorama de debilidad en materia de consumo de los hogares por efecto del mayor tipo de cambio, mayor inflación y menor crecimiento de las remuneraciones.
Debilidad en los índices sectoriales
Los índices del mes de agosto muestran resultados en general a la baja, que echan por tierra las expectativas de mejorías explicadas por las bajas bases de comparación. La industria mostró un retroceso en 12 meses de -1,4% en su producción, al igual que minería, que registró una pronunciada caída de -9,3% en 12 meses, la peor de los últimos 4 años, explicada por movilizaciones sindicales y por interrupciones en la actividad debido a mantenciones de equipos y plantas.
La ventas de supermercados aumentaron en sólo 0,2% real en 12 meses, el nivel más bajo del año, con importantes caídas en las regiones nortinas de Atacama (-3,6%), Tarapacá (-1,3%) y Coquimbo (-1,2%). Por su parte, los índices de Electricidad, Agua y Gas crecieron en 2,2%, levemente por debajo de los registros de los meses anteriores.
Las importaciones de bienes de capital volvieron a mostrar un retroceso en agosto (-6,6% en 12 meses), aunque se observa una clara moderación en el ritmo de caída respecto del promedio observado en el primer semestre del año (-12%).
El índice de actividad de la construcción (IMACON), cuya variación mes a mes presenta gran inercia, mostró un crecimiento de 2,3% en julio, manteniendo un ritmo similar al de junio (2,5%).
Las ventas del comercio volvieron a aflojar, al presentar un alza de solo 1,9% en 12 meses, en lugar del 2,9% de julio y el 4,1% del mes de junio. Si bien las ventas de durables se mantuvieron en rojo (-0,2%), la pérdida de dinámica sectorial estuvo directamente relacionada con el menor crecimiento de no durables (como alimentación, productos farmacéuticos y combustibles), que redujeron su crecimiento desde niveles entre 4 y 5 por ciento a tan solo un 1,2%.
Crecimiento del empleo
Contra toda intuición, los antecedentes del mercado laboral han ido de menos a más y no dan cuenta del persistente debilitamiento de la actividad económica. Al trimestre móvil terminado en agosto se crearon un total de 178 mil empleos en 12 meses, superando los registros de los meses anteriores, de 144 mil en julio y 92 mil en junio. La tasa de desempleo llegó a un 6,5%, inferior a la observada en agosto de 2014 (6,7%). La creación de empleos asalariados totalizó 129 mil en 12 meses, manteniendo prácticamente sin cambios los registros de nuevas ocupaciones de los últimos cinco meses.
Al analizar las fuentes de creación de empleo, se aprecia gran dinamismo en el sector construcción, con la creación de 38 mil ocupaciones, y surgen con mucha fuerza Transporte, almacenamiento y comunicaciones, con 50 mil nuevas ocupaciones, y Hoteles y restaurantes, con 34 mil. Por el contrario, los sectores de la Minería, Comercio, Industria y Servicios de Utilidad Pública, muestran recortes o crecimientos muy marginales en sus plantas laborales.
En definitiva, los indicadores de empleo no dan por ahora señales de debilitamiento, tal como pudiera desprenderse del ritmo de actividad económica. Los sectores privados están generando, en conjunto, 96 mil empleos asalariados y el sector público, 32 mil (61 mil promedio en el primer semestre). La fuerza de trabajo, por su parte, acelera su crecimiento a 2% y disminuye el ritmo de expansión de la población pasiva, desde 2,8% en el primer trimestre a 1% en agosto de 2015.
Uno de los pocos indicadores que sugiere alguna debilidad en el mercado laboral es aquel referido a horas trabajadas. El total de horas habitualmente trabajadas por empleado a la semana cayó a 41,5 en el trimestre móvil terminado en agosto, desde 41,8 en el mismo período del año 2014, situándose como un mínimo histórico.
Del mismo modo, el número de ocupados que trabajan más de 45 horas efectivas a la semana ha estado contrayéndose fuertemente, a un ritmo de 100 mil promedio en 12 meses, en tanto que aquellos que trabajan entre 1 y 30 horas habituales creció en 37 mil personas en el trimestre móvil terminado en agosto. En definitiva, los indicadores de empleo no dan señales evidentes de debilitamiento. El desempleo de mantiene en mínimos, el empleo asalariado crece muy rápidamente en relación a lo que crece la actividad económica, el crecimiento de la población activa también se acelera y el de la población pasiva pierde fuerza. Por ahora sólo los indicadores de intensidad o calidad del empleo dan señas de debilitamiento, que sugieren cierta reticencia de las empresas a ajustar sus plantas laborales, optando por ajustes de jornadas menos extensas.
Fuente: Prensa Cámara de Comercio de Santiago.