● Estudios internacionales muestran que, en Chile, la tendencia de este tipo de catástrofes seguirá al
alza, incluso es esperable que en 2050 aumenten el 30%.
Lamentablemente, el verano recién inicia en Chile, y los incendios forestales ya se hacen presentes en la zona central del país. En lo que va de la temporada actual, comprendida entre julio de 2023 y junio de 2024, ya se registran más de 12 mil hectáreas quemadas, un incremento del 39% si se compara con las últimas cinco temporadas.
Según datos recientes de Global Forest Watch, el área quemada a nivel global es actualmente casi el doble de lo que era hace apenas dos décadas. ¿El motivo? El impacto devastador del calentamiento global. Hoy en día, el calor extremo es cinco veces más probable debido a este fenómeno, aumentando drásticamente tanto la probabilidad como el impacto de estos siniestros.
Según Conaf, los incendios forestales se han concentrado durante este periodo en la zona centro norte y centro sur del país. En la Región de Valparaíso, entre julio de 2023 y lo que va de 2024, se han generado 273 incendios, un 34% más que en 2022; alcanzando 4.105 hectáreas quemadas.
Este fenómeno no solo ha aumentado las temperaturas máximas, alcanzando niveles históricos en 2023, sino que ha reducido además las precipitaciones. De acuerdo con el Informe Global de Riesgos 2023 realizado por el Foro Económico Mundial y Marsh McLennan, los desastres naturales, incluyendo los incendios forestales y fenómenos meteorológicos extremos, son el segundo riesgo global por gravedad en el corto plazo, a lo que se suman los riesgos de incapacidad para mitigar el cambio climático y los Incidentes de daños al medio ambiente a gran escala. Joaquín Palomer, Líder de Placement de Marsh, comenta que la fatal combinación del cambio climático con los incendios provocados, se ha traducido en grandes restricciones de capacidad, lo que a su vez se refleja en tasas y deducibles altos, límites bajos y además con topes por región, razón social y algunas zonas geográficas derechamente excluidas. “Es por ello que ante la falta de alternativas en el mercado asegurador (ya sean paramétricos o tradicionales), los asegurados se están enfocando fuertemente en medidas de mitigación como son entre otros, los planes de prevención y extinción debidamente coordinados entre las empresas, los gobiernos y las comunidades”, explica Palomer.
Como al parecer estos fenómeno no cederán pronto, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, publicado en 2022, los incendios extremos podrían aumentar hasta un 14% para 2030, un 30% para fines de 2050 y un 50% para finales del siglo, dejando daños a su paso no solo en las tierras y vidas, sino liberando CO2, que agravará aún más la crisis climática que ya vivimos.
Ante esto, las aseguradoras y empresas están desarrollando herramientas internas para comprender y evaluar el riesgo de incendios forestales. Por ejemplo, Swiss Re está trabajando con Google X en un modelo de incendios forestales para Estados Unidos. Empresas como Mitiga y Delos están utilizando modelos basados en la física y el aprendizaje automático para comprender y evaluar el riesgo de incendios forestales en diferentes regiones. “Arturo, Tensorflight y EigenRisk son ejemplos de compañías que utilizan imágenes aéreas y otros datos para proporcionar información sobre zonas de incendio y atributos de propiedades relevantes para el riesgo de incendios forestales”, detalla el Gerente Técnico de Marsh Andrés Pizarro.
Además agrega que en California se han implementado cambios regulatorios para permitir que las aseguradoras ajusten las primas de acuerdo con el riesgo de incendios forestales. También se están tomando medidas para reducir el riesgo de incendios forestales, como la eliminación de materiales inflamables y la adopción de medidas de mitigación.
Marsh, la empresa líder a nivel mundial en gestión de riesgos, personas y estrategias, también comparte medidas
para la prevención o mitigación de este tipo de riesgos para las compañías:
● Evaluación de riesgos: Realizar una evaluación exhaustiva de los riesgos potenciales para identificar las amenazas catastróficas más probables y sus posibles impactos en la empresa.
● Plan de emergencia y contingencia: Desarrollar un plan de acción detallado que incluya procedimientos claros y roles definidos para el personal en caso de una catástrofe. Capacitar a los empleados sobre cómo actuar en situaciones de emergencia.
● Seguro adecuado: Adquirir seguros adecuados que cubran los riesgos catastróficos específicos a los que la empresa esté expuesta, como seguro contra incendios, inundaciones, terremotos, etc.
● Protección de infraestructuras: Fortalecer las infraestructuras y edificios para que sean resistentes a los riesgos potenciales, como instalación de sistemas antisísmicos, protecciones contra incendios, etc.
● Plan de gestión de crisis: Implementar sistemas de comunicación efectivos para alertar a los empleados y otras partes interesadas sobre situaciones de emergencia y proporcionar información relevante, así
como brindar capacitación y sesiones de concienciación para que los empleados comprendan los riesgos, sepan cómo actuar y estén preparados para situaciones de emergencia.
● Continuidad del negocio: Desarrollar planes de continuidad del negocio para asegurar que la empresa pueda recuperarse y seguir operando en el menor tiempo posible después de una catástrofe.
Fuente: Llorente y Cuenca.