- Publicación de ingenieros en transporte busca entregar herramientas para los equipos que deban diseñar y licitar los nuevos recorridos, una vez que expiren los contratos vigentes.
Desde que Transantiago requiere más empresas y más pequeñas hasta buses con más asientos, aire acondicionado y wifi, son parte de una serie de propuestas que un grupo de ingenieros en transporte elaboró para las autoridades encargadas de llevar adelante el futuro diseño y licitación del sistema de transporte de pasajeros, cuando terminen los contratos a partir de 2018.
En la publicación titulada “El Transantiago al que aspiramos”, los ingenieros Juan Carlos Muñoz, Antonio Gschwender, Daniel Schwarz y Pablo Beltrán, analizaron la institucionalidad del sistema, los aspectos contractuales y la estructura tarifaria. También abordaron las características de los buses, la información a usuarios tanto en condiciones normales como en contingencias y las posibles expansiones del sistema de transporte público, entre otras.
Una de las propuestas centrales que incluye la publicación, es que Transantiago rediseñe la estructura de concesiones para que cada concesionaria no exceda un umbral de 500 buses. “Empresas de mil buses o más presentan un riesgo significativo a la continuidad del servicio tanto por conflictos laborales como por problemas financieros”, adelantó uno de los autores del informe, Juan Carlos Muñoz, director de Ingeniería de Transporte y Logística de la Universidad Católica (UC) y subdirector del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).
En el caso del subsidio al sistema, los investigadores destacan su necesidad tanto por motivos de equidad y eficiencia y proponen que se haga un esfuerzo por focalizar parte de estos recursos a los usuarios de bajos ingresos, así como hoy se hace con los estudiantes.
Otra de las propuestas centrales que incluye la publicación, es que respecto de la programación de la operación Transantiago siga el modelo de muchas ciudades de países desarrollados, en que es la autoridad la encargada de definir cuándo deben salir los buses de los cabezales cuidando que los estándares de servicio definidos para el sistema se satisfagan.
El investigador Muñoz precisó que en Santiago se ha dejado dicha tarea a los operadores, sin las herramientas ni la información adecuada para verificar el funcionamiento óptimo de los buses.
Parte del informe, agrega, también recomienda que el sistema contemple al menos una empresa pública de operación de los servicios, porque permitiría contar con información confiable de costos, entender las dificultades operacionales y de gestión en recursos humanos, por ejemplo.
Respecto a la evasión, el informe sugiere una serie de medidas, desde la creación de una unidad de Carabineros especializada en tema hasta la venta de tarjetas unitarias a una tarifa mayor a bordo de los buses que los conductores deban cobrar.
“Asimismo proponemos que haya un beneficio para quienes cargan un monto mínimo de unos tres mil pesos, por ejemplo, con el propósito de que los usuarios acudan a cargar su tarjeta dos veces por semana en vez de todos los días. Esto debiera tener un efecto en reducir la evasión. En esa misma línea Santiago debería considerar la implementación de pases semanales o mensuales para el transporte público”, indicó el subdirector del Cedeus.
En cuanto al tipo de buses, Juan Carlos Muñoz cuenta que una de las grandes quejas de los usuarios consiste en que demasiadas veces se viaja de pie y sin comodidades. “Creemos que los buses de Transantiago debieran aumentar la cantidad de asientos disponibles, contar aire acondicionado y wifi”, sentenció.
Fuente: Prensa Ingeniería UC.