Lentamente empresas e instituciones han comenzado a contratar a personas con algún tipo de discapacidad. Aunque el avance dista de ser significativo, los casos de éxito existen y pueden transformase en un poderoso ejemplo para derribar las barreras que dificultan la inclusión.
Trabajar en una empresa de producción en serie, manejar un robot que envasa, etiquetar y embalar en cajas puede ser un desafío para muchos. Pero no para Jorge, quien si bien es una persona con capacidades diferentes, trabaja hace 9 años en CIAL ALIMENTOS, lugar al que llegó gracias a Coanil y a la confianza que la empresa depositó en él y en los 5 compañeros que también tienen algún grado de discapacidad intelectual. “Me sirvió mucho estar en Coanil, aprendí muchas cosas allá que me sirven ahora. Es difícil entrar así no más y les doy gracias a ellos por estar aquí”, reflexiona.
Si bien su caso es un ejemplo de que la inclusión laboral es posible, en términos generales Chile ha tenido avances leves en el tema, dado que no hay una política de Estado que potencie la contratación de personas con discapacidad intelectual. “Suscribirnos a la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad el año 2008, o entregar mayor puntaje en una licitación en Mercado Público a empresas que certifiquen que trabajan con personas discapacitadas, son algunas medidas que ayudan, pero no son suficientes para hablar de una política inclusiva laboral fuerte en nuestro país”, explica Álvaro Chacón, Gerente General de Coanil.
El ingreso al Congreso de una Ley de Cuotas que establece que toda empresa deba contar al menos con un 2% de trabajadores con alguna discapacidad, es una acción que va en línea con la integración que la organización espera que exista en Chile. No obstante, Álvaro Chacón es enfático en señalar que “lo más importante es la concientización de todos los ciudadanos y de las empresas, más allá que el Estado apoye con distintas políticas, como chilenos debemos valorar al otro. Una persona con capacidades diferentes puede aportar mucho a una empresa o la comunidad, y no debemos verlo como una suerte de beneficencia, sino como un beneficio mutuo”.
Las claves de una inclusión laboral exitosa
Contratar a una persona con capacidades diferentes en una empresa, es un proceso tan importante como cualquier otro. Para lograr que sea exitoso, es necesario realizar un trabajo previo de análisis del puesto de trabajo, las necesidades y requerimientos del trabajo, y definir quién puede ocupar ese puesto. “Coanil cuenta con 29 centros de nivelación en que preparan a las personas para enfrentarse al mundo laboral, programas de intermediación y procesos de incorporación para que el candidato se desenvuelva de la mejor manera posible”, señala Álvaro Chacón.
Cial Alimentos, grupo empresarial que incluye las marcas San Jorge, Winter, JK y La Preferida, hace 10 años contrató a la primera persona con discapacidad intelectual, y hoy cinco de sus trabajadores se desempeñan en distintas áreas de las plantas de producción con un resultado exitoso.
“Hay un trabajo importante que hace Coanil para determinar en qué pueden desarrollarse las personas que están con ellos, nosotros también evaluamos los puestos trabajo disponibles y todo ese proceso anterior ha dado frutos. Y si bien al comienzo te puedes encontrar con la discriminación de parte de sus compañeros, ellos se hacen respetar porque logran igualar y demostrar habilidades que son las que sirven en ese puesto de trabajo”, explica Christián
Hartig, Jefe de Planta de Cial.
Asegura que la capacitación constante es fundamental para que puedan desarrollarse como personas, además que las exigencias son iguales para todos y ellos siempre cumplen y son muy responsables. “A simple vista no hay diferencias, es solo demora en aprendizaje. Hay muy poca diferenciación en sus capacidades que los ha llevado a ser visto como personas iguales frente a sus compañeros”.
Así lo confirma José, otro de los jóvenes que se desarrolla profesionalmente en la empresa y quien está hace 9 años y hoy trabaja en envasado y empaquetado de paté. “Me siento bien acá, somos una familia unida. En Coanil me enseñaron cómo era el sistema de trabajo y estoy agradecido de ellos. Por eso si hay más jóvenes como nosotros, tienen que aprovechar las oportunidades, pero tienen que hacerlo, no pueden rechazarla, tienen que luchar para salir adelante”.
José asegura que la empresa le dio una gran oportunidad, que hoy puede trabajar, tener una familia y mantenerla, algo que en algún momento fue un hecho impensado en su vida.
“Me levanto todos los días muy temprano y llego de los primeros a mi turno. Me gusta mi trabajo y me gustaría avanzar. He aprendido mucho y tengo mucho para enseñar también. Mis compañeros son como una familia y nunca han hecho diferencias conmigo”.
Fuente: Comunicaciones Coanil.