- No aceptamos compartir en nuestra proporción salarial el pago de los gerentes. Estos deben ser un gasto exclusivo de los Conservadores.
- No aceptamos que se rebaje la proporcionalidad actual para el cálculo de nuestros salarios.
- Estimamos que siendo un servicio público debe haber mayor equidad y transparencia en los beneficios de los administradores en su calidad de funcionarios públicos y nosotros que nos regimos por el Código del Trabajo.
- La opinión pública debe saber que la parte patronal decidió no ampliar por cinco días más el plazo de negociaciones.
- Luego de 20 años ininterrumpidos de vigencia de convenios colectivos y sin conflictos laborales, se produce esta huelga empujada por la intransigencia y resistencia al diálogo de los Conservadores.
1) Los trabajadores del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, en contra de nuestra voluntad de diálogo, nos vemos obligados a recurrir a la huelga como mecanismo en defensa de nuestros derechos. Somos quienes han contribuido a transformar el Oficio de Santiago, catalogado como el mejor de Chile, en una entidad eficiente, moderna y al servicio de toda la ciudadanía. Nuestra ética es la responsabilidad laboral y el trabajo decente. La retribución conseguida hasta ahora, no sin dificultades, es un pago adecuado por la profesionalidad de nuestro trabajo, en un ambiente laboral sano, sin acoso patronal y con un espíritu de diálogo, hasta ahora.
2) Este año la negociación colectiva, que ocurre cada 3 años, ha sido diferente. La irracionalidad y ambición han corroído el espíritu histórico de diálogo en el Oficio entre los trabajadores y sus administradores. Una ambición económica por exprimirlo de manera irracional ha roto los protocolos de diálogo, buena fe y respeto mutuo. Durante los últimos meses se ha generado un ambiente de controversias entre los propios Conservadores que son 3 acerca de cómo manejar el Oficio. Ello ha conducido de manera imprevista a una práctica de acoso laboral, de enfrentamientos con el personal, y actuaciones reñidas con los ambientes laborales decentes y no humillantes.
3) Ese ambiente negativo se ha visto potenciado por la incertidumbre laboral y funcional originada en una reforma de ley del sistema registral, cuyas normas de manera inexplicable en el Parlamento, han transformado un tema general y necesario en un debate particular sobre el CBR de Santiago, con un claro propósito de control político de un negocio, antes que la justa reforma de un servicio público. Las autoridades, pese a ser parte del tema han hecho oídos sordos frente a los planteamientos y demandas del mundo laboral, lo que ha repercutido negativamente en la actual negociación de un nuevo Convenio Colectivo.
4) Frente a las intransigencias de los Conservadores en la negociación del nuevo CONVENIO COLECTIVO, estamos sostenidos en la convicción y voluntad de todos los funcionarios del CBRS de que se respeten nuestros derechos. Exigimos equidad de trato pues en las peores condiciones durante la Pandemia del Covid19, mantuvimos nuestras funciones; el trabajo a distancia se empezó a implementar con nuestros recursos, sin compensación posterior; y hemos aportado incluso financiamiento al desarrollo digital del Oficio, algo reconocido públicamente por el propio CBRS.
Dicho lo anterior, el Sindicato N°1 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, en Asamblea, y por mayoría, usará la herramienta legal del derecho a huelga como medida de de justa presión en defensa de sus derechos.
Fuente: Prensa Sindicato CBR