Equipo compuesto por académicos y estudiantes de postgrado recibió la visita de representantes de la Agencia Meteorológica de Japón. La idea es optimizar el pronóstico de estos eventos, y por primera vez en Chile, complementar mediciones de intensidad sísmica y sensores en el fondo marino.
Actualmente, la predicción de tsunamis se realiza con métodos basados en la magnitud sísmica de los terremotos. Pero una forma de optimizar esos pronósticos es complementarlos con otro tipo de mediciones. Un método para mejorar la eficiencia es instalar sensores ubicados en el suelo marino, para así determinar las características del tsunami mismo, y es precisamente esa idea, pionera en Chile, la que están desarrollando académicos y estudiantes del Magíster en Ciencias de Ingeniería Civil del Departamento de Obras Civiles de la Universidad Santa María.
El equipo, liderado por el profesor Patricio Catalán, está siendo asistido por investigadores de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA en inglés), quienes visitaron esta semana la Casa de Estudios.
La Agencia japonesa es la entidad responsable no solo de obtener y reportar datos sobre pronósticos meteorológicos en el país nipón, sino también de la observación y advertencia de fenómenos como tsunamis, terremotos y erupciones volcánicas en aquel país. Sus representantes en Chile, el Dr. Yutaka Hayashi y Dr. Hiroaki Tsushima, se encuentran trabajando con el profesor Catalán desde hace tres años, en el marco del programa de colaboración con países en desarrollo Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development (SATREPS), específicamente en el proyecto “Research Project on Enhancement of Technology to Develop Tsunami Resilient Comunnity”, y también en el contexto de las actividades del Centro para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, CIGIDEN.
Opciones que se potencian
La utilización de sensores ubicados en el mar permite predecir las carácterísticas que tendrá un tsunami cuando llegue a la costa, basándose en la altura inicial de la onda de tsunami. La técnica ya es usada en Estados Unidos y está siendo actualmente implementada en Japón; mientras, en Chile, el profesor Catalán y su equipo se encuentran realizando una investigación que les permitirá conocer en qué lugares del suelo marino debieran ubicarse los sensores, para una posible futura implementación del sistema en Chile.
“En Japón y Estados Unidos, es posible predecir un tsunami con 30 minutos de anticipación. Sin embargo, en Chile los tsunamis se trasladan muy rápidamente, por lo que sería posible predecirlos con 10 minutos de adelanto”, explicó el experto Hiroaki Tsushima.
“Los pronósticos de acuerdo a datos entregados por estos sensores son más certeros, por estar basados en la onda misma, pero son más lentos”, manifestó en tanto Yutaka Hayashi. “La predicción basada en la intensidad del sismo no es tan certera, pero es más rápida, por lo que ambos métodos son esenciales”, añadió.
Sobre la ventaja de añadir este nuevo método al sistema chileno también se refirió Joaquín Meza, uno de los alumnos del Magíster en Ciencias de Ingeniería Civil de la USM, quien forma parte del equipo de investigadores del profesor Catalán y viajó a Japón para capacitarse sobre él. “Estamos determinando la ubicación óptima de sensores, con el objetivo de gastar menos recursos y obtener buenos resultados en cuanto a predicciones en tiempo real, que sería la ventaja considerable a los métodos que se tienen actualmente”, dijo Meza, agregando que el grupo podría obtener un esquema propuesto de ubicación ya a fines de este año.
El profesor Patricio Catalán se ha mantenido trabajando por tres años con la JMA en el marco de SATREPS, una iniciativa del gobierno nipón en colaboración con la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), y gestionado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). Este programa promueve la investigación conjunta internacional y busca la solución a problemas globales, en base a las necesidades de países en desarrollo.
Fuente: Dirección General de Comunicaciones Universidad Técnica Federico Santa María.