La académica de la U. de Santiago, Vivienne Bachelet, señaló que sería una medida sin mucha evidencia e “irresponsable con los recursos que está comprometiendo, siendo que existen hoy día dos necesidades principales: llegar al millón de personas que no se han vacunado ni siquiera con una dosis, y todas las necesidades de salud que han quedado postergadas”.
Esta semana, el ministro de Salud, Enrique Paris, afirmó que se está planificando la entrega de una dosis de refuerzo para febrero de 2022. En conversación con Las Últimas Noticias, la autoridad sanitaria apuntó, en base a estudios del Minsal, que habría una caída en los anticuerpos después de los seis meses.
Para la experta en epidemiología y profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Usach, Vivienne Bachelet, “es fantasioso” mantener que, por el hecho de que los niveles de anticuerpos circulantes en la sangre puedan estar disminuyendo, en un grupo pequeño de personas que participan en un estudio, se pueda desprender que la protección de la población frente al SARS-CoV-2 esté comprometida.
“No hay evidencia, hoy en día, que afirme que se requiere tener una presencia elevada de anticuerpos en la sangre para tener protección. Esto se debe a que existen otras formas de inmunidad que están siendo estudiadas, pero que todavía no se conoce bien cuales son los mecanismos, ni qué rol van a ejercer nuestras defensas frente a este virus, y estas son la inmunidad de memoria y la inmunidad celular”, sostuvo.
Señalando que estos son mecanismos que defensas que se abren en la medida que una persona que tenía una exposición previa, tanto al virus en su forma natural como a las vacunas, se vuelve a exponer a este antígeno, esos mecanismos van a entrar en acción, la experta indicó que tomar decisiones sin evidencia y de inmediato “es irresponsable”.
“Es irresponsable además con los recursos que está comprometiendo, siendo que existen hoy día dos necesidades principales: una que es llegar al millón de personas que no se han vacunado ni siquiera con una dosis, y dos, todas las necesidades de salud que han quedado postergadas, justamente por efectos de la pandemia”, criticó.
Enfatizando en que contraviene en las recomendaciones que ha entregado la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha instado a los gobiernos, sobre todo a los países con más recursos, a asegurar una distribución equitativa de las vacunas en todo el mundo antes de empezar a aplicar siquiera una tercera dosis, Bachelet indicó que “menos aún una cuarta”, donde en Chile una tercera dosis si se justificaba porque Coronavac sí tenía una baja inmunogenicidad.
“Lo que están hablando ahora me parece que están francamente fuera de foco y desalineadas completamente con lo que está entregando la OMS y con la evidencia que tenemos hasta el día de hoy de la inmunogenicidad y de la protección de las vacunas”, concluyó.