- En el Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, decretado por Naciones Unidas todos los 27 de junio, su relevancia es esencial para el dinamismo de la economía de los países, en especial para sectores como el minero, porque no sólo proveen servicios clave para el sector, sino que también impulsan la innovación, aportan nuevas perspectivas y aceleran el desarrollo sostenible de Chile.
Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), que este 27 de junio celebran su día, destacan por su aporte al empleo, dinamismo y resiliencia a la economía, además de que son proveedores de productos y servicios esenciales para todos los sectores. En especial en la minería, porque son la columna vertebral de la innovación dentro del ecosistema por su gran capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y un enfoque flexible que aporta soluciones para optimizar procesos, además del rol propio de las pymes mineras que contribuyen al progreso del país y la sociedad.
Desde el suministro de equipos especiales hasta la prestación de servicios técnicos, incluyendo el trabajo de cientos de pequeñas y medianas empresas mineras, que han contribuido a forjar la cultura minera de este país, aportando en la producción y procesamiento a menor escala y el desarrollo y empleo local, entre otros.
Así lo reconoce Cynthia Torres, directora ejecutiva del Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras (Ciptemin) y adherente de Compromiso Minero, quien destaca que “el sector minero es clave en el impulso que damos como país al I+D, siendo la industria que más recursos invierte en esta área”.
“Las problemáticas que hoy se enfrentan en materia de productividad, seguridad y sostenibilidad son un empuje en el desarrollo de nuevas soluciones por parte de las empresas proveedoras, a los que se suman la incorporación de la electromovilidad y la adaptabilidad al cambio climático. Igualmente tenemos aún desafíos en términos de transferencia tecnológica, brechas que se han ido acortando con el tiempo, pero que aún no hemos podido resolver en su totalidad”, agrega Torres.
Una línea novedosa, que fue abordada recientemente en la celebración de los 15 años del Advanced Mining Technology Center (AMTC), fue la oportunidad de potenciar cada vez más la posibilidad de que empresas y startups surjan desde la academia, donde es posible desarrollar nuevas tecnologías que revolucionan la industria minera a partir de investigaciones aplicadas que aportan perspectivas más frescas.
En esa línea. Gabriela Novoa, directora de la Unidad de Relaciones Estratégicas del AMTC de la Universidad de Chile y directora de Compromiso Minero, explica que “una herramienta muy utilizada por universidades y centros de investigación para transferir sus innovaciones a la industria es el licenciamiento, que es un método de relativa rapidez”.
Subraya que la creación de startups y spin-off a partir de tecnología nueva creada en esos centros enriquece el ecosistema de la industria. “No solo por el natural aumento de competencia y diversidad que trae la incorporación de nuevas compañías, sino también porque esos nuevos actores entran con conocimiento novedoso y disruptor que puede ponerlos en ventaja frente a otras empresas más antiguas que usen tecnologías ya conocidas”.
Novoa añade que “un licenciamiento permite que una empresa utilice y se beneficie directamente de la innovación nacida en una universidad, pero las empresas derivadas de tal innovación pueden hacerla accesible a más organizaciones y posicionarla de mejor manera dentro del ecosistema”.
En el mismo ámbito de la innovación, Atacama Lab, adherente de Compromiso Minero, firmó recientemente un convenio con Corfo Crea y Valida Sostenibilidad, que les otorgó un subsidio de $217 millones para desarrollar una tecnología pionera que transforma los pasivos ambientales de la minería en activos de valor, demostrando que desde las Mipymes surgen muchas de las grandes innovaciones del ecosistema.
Claudio Ramírez, director de Innovación de Atacama Lab y creador de Copper Armour de Atacama Lab, que también es adherente de Compromiso Minero, detalló sobre este proyecto, desarrollado en colaboración con las universidades de Chile y Federico Santa María. “Desarrollamos una tecnología para crear un hormigón antimicrobiano de alta resistencia y paneles de revestimiento que previenen la proliferación de virus y bacterias en las superficies utilizando hasta un 80% de materiales de relaves y escombros mineros, por tanto estamos en condiciones de transformar los relaves en materiales de alto valor que cumplen con las normas chilenas, marcando un hito en la industria y demostrando un impacto positivo de la colaboración entre proveedores y grandes empresas”.
Las micro, pequeñas y medianas empresas aportan nuevas perspectivas y fomentan un desarrollo más dinámico en la industria.
Brinca, una de las empresas socias de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), está enfocada en la innovación y transformación digital. José Manuel Morales, su CEO y uno de sus socios fundadores, cuenta que han desarrollado hojas de ruta, levantado líneas base, implementado proyectos, capacitando equipos y levantado financiamiento para I+D.
“Realizamos investigaciones exhaustivas para detectar fortalezas y brechas y generar planes de acción en base a la evidencia. Somos entusiastas con el futuro de la minería chilena -metálica y no metálica- y apostamos por generar un valor sostenible a las empresas, las comunidades y el medioambiente”, señala.
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