La diálisis peritoneal, apoyada por sistemas de monitoreo remoto, emerge como una alternativa innovadora que mejora la calidad de vida de pacientes renales, ofreciendo comodidad, flexibilidad y un acompañamiento personalizado durante el tratamiento, especialmente para quienes se mantienen laboralmente activos o viven en zonas alejadas.
Se estima que actualmente hay 850 millones de personas con Enfermedad Renal Crónica (ERC) a nivel global. En Chile, la situación es igualmente preocupante: según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, un 3% de la población padece ERC, con una prevalencia que alcanza el 31% en mayores de 70 años. Y de acuerdo con los datos de la Sociedad Chilena de Nefrología (Sochinefro), al año 2022, más de 25 mil pacientes se dializan.
Frente a este desafío, se han desarrollado tratamientos innovadores que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se trata de la diálisis peritoneal (DP), una alternativa eficiente a la hemodiálisis tradicional.
“La diálisis peritoneal se realiza diariamente en casa, típicamente por la noche, evitando traslados regulares a centros de hemodiálisis y ahorrando tiempo para otras actividades. Cerca del 80% de los pacientes con enfermedad renal crónica son candidatos a la diálisis peritoneal, una opción accesible y efectiva, especialmente para aquellos pacientes que viven lejos de centros urbanos. Es muy conveniente para personas laboralmente activas, pacientes ancianos que requieren apoyo de un cuidador y aquellos que prefieren realizar el procedimiento en su hogar”, señala el Dr. Mauricio Sanabria, Gerente de Asuntos Científicos de Vantive.
Investigaciones recientes han demostrado que la diálisis peritoneal ofrece una mayor eficiencia entre las terapias sustitutivas de la función renal. Los resultados en la calidad de vida alcanzada con la DP son del 82%, en comparación al 72% obtenido por el tratamiento tradicional de hemodiálisis. A pesar de estos beneficios, la hemodiálisis tradicional continúa siendo la terapia más difundida, debido principalmente a aspectos relacionados con el mercado y la oferta sanitaria, más que por la calidad de vida de los pacientes.
En Chile, según Sochinefro, al 31 de agosto de 2023 había 25.158 pacientes con hemodiálisis, número que aumenta aproximadamente un 3.4% cada año. Sumado a esto, 1.515 pacientes se tratan con diálisis peritoneal. Estos últimos reciben el tratamiento a través de hospitales públicos y centros privados de salud.
Monitoreo remoto: atención renal personalizada
El sistema de monitoreo remoto permite a los profesionales de la salud seguir el progreso del paciente en tiempo real desde los centros de salud, mejorando la precisión y efectividad del tratamiento.
“El monitoreo remoto permite detectar tempranamente cualquier dificultad que pueda surgir, garantizando que el paciente esté acompañado durante todo el proceso desde su casa”, explicó el Dr. Sanabria, quien agregó que “mejora la adherencia al tratamiento, reduce la ansiedad y ha demostrado impactar positivamente en desenlaces de salud clave como las tasas de hospitalización y mortalidad”.
Chile ha sido pionero en Latinoamérica en la implementación de programas de monitoreo remoto para la diálisis peritoneal. Actualmente, más de 800 pacientes en el país utilizan esta tecnología, con resultados exitosos, especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Educación y acceso: claves para el futuro
Para maximizar los beneficios de la diálisis peritoneal y el monitoreo remoto, Sanabria destaca la importancia de la educación tanto de los pacientes como de los profesionales de la salud. “Es fundamental que los pacientes conozcan que esta opción está disponible para ellos y que los profesionales de la salud se familiaricen con las herramientas tecnológicas que potencian la terapia”.
Según Sanabria, el sistema de salud en Chile está preparado para ofrecer esta opción a un mayor número de pacientes renales, brindando una alternativa más conveniente, costo-efectiva y alineada con los desafíos actuales en salud pública.
Fuente: Kreab.