- Se estima que, a nivel global, el sector salud en su conjunto es responsable del 4,6% de las emisiones de gases de invernadero, lo que equivale al 5to país más contaminante del mundo.
- Por la otra, los profesionales sanitarios y los centros de salud deben adaptarse rápidamente al cambio epidemiológico que implica el cambio climático, con enfermedades nuevas, como el dengue, desastres naturales como inundaciones e incendios que, de acuerdo con las estimaciones de la OMS, en los próximos años, serán responsable de 250 mil muertes adicionales.
Yasna Palmeiro, investigadora y autora del The Lancet Countdown Latinoamérica llamó a los equipos de salud a mitigar el cambio climático y a prepararse activamente para afrontar sus efectos sanitarios, durante el lanzamiento del 9° Reporte de Sostenibilidad de Clínica Alemana.
El desafío de ser menos contaminante
La investigadora, PH.D. en Salud Global por la University College London explicó que por su naturaleza los centros de salud son grandes generadores de contaminación ambiental y residuos, al producir el año 2020 dos gigatoneladas de dióxido de carbono. No obstante, hay importantes diferencias entre países, encabezando la lista los hospitales en Estados Unidos. Sin embargo, en América Latina, las naciones con más emisiones son Uruguay, Costa Rica, México y Chile.
A su vez, las clínicas y hospitales generan muchos residuos, llegando en Estados Unidos a 9 kilos de basura diaria por cama. En la región, en promedio sumamos 3 a 2 kilos por cama por día. Y, en África, es de 1 kilo.
Del total de basura generada por las actividades en salud, el 85% son desechos generales y solo un 15% es material peligroso, como elementos infecciosos, tóxicos o radioactivos. Por lo tanto, es posible reciclar una proporción alta.
En estos ámbitos el desafío es urgente, para usar energías limpias, reducir los residuos y reciclar.
Carga de enfermedad
La investigadora, de visita en nuestro país, enfatiza la importancia de que los equipos de salud se adapten a los desafíos que el cambio climático implica, “para no perder lo avanzado en materia de salud pública”.
La OMS estima que entre el año 2030 y el 2050 el cambio climático ocasionará 250 mil muertes adicionales. Esto, por efecto del calor extremo, diarrea, malaria y malnutrición, ya que la nueva realidad climática afectará la seguridad alimentaria.
Se trata de una estimación conservadora, ya que los efectos indirectos, incluyendo los socioeconómicos, impactarán indirectamente la salud de las personas.
Los centros de salud deben ser parte de sistemas de alerta temprana ante emergencias climáticas, ya que su respuesta inicial tiene gran relevancia para proteger a la población más vulnerable y actuar adecuadamente ante catástrofes como los incendios que Chile ya vivió este verano. Lo mismo ocurre con la necesaria capacitación para detectar y tratar enfermedades emergentes, como el dengue. Incluso a nivel de salud mental, el cambio climático significa una nueva problemática.
Para entrevistas con Yasna Palmeiro
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Fuente: Clínica Alemana