- La pandemia transforma el vínculo entre la compañía y sus profesionales
- Se hace imprescindible una formación continua y modelos más flexibles que den respuesta a prioridades actuales como la salud mental o la reivindicación de los perfiles senior, según el informe elaborado por el Área de Talent Engagement de LLYC
- Otras claves: mantener la cultura de la empresa en un contexto de teletrabajo y escuchar a la plantilla ante el activismo creciente de los empleados. Se necesitan nuevos jefes.
Santiago de Chile
23 de febrero de 2021
La disrupción de la Covid-19 se ha sumado a una agenda laboral marcada hasta ahora por el horizonte acechante de la Inteligencia Artificial y la automatización. Ha establecido un antes y un después en la relación empresa-trabajador. Las compañías deberán reinventarse para gestionar el talento.
El informe Tendencias Talento que acaba de publicar LLYC detecta tres grandes líneas de transformación para 2021. La primera ya venía marcada por la digitalización, pero se ha acentuado todavía más. Tiene que ver con la necesidad de priorizar el upskilling y el reskilling de los empleados, ya sea para generar ventajas competitivas en el mercado, para responder a la perspectiva de carreras más longevas o para facilitar herramientas de liderazgo a unos managers perdidos en la deslocalización del trabajo. El segundo gran cambio se centra en el establecimiento de nuevos modelos de relación más flexibles entre compañías y trabajadores, aún demasiado anquilosados en el pasado y con poca capacidad de respuesta para prioridades actuales de los empleados como la salud mental, el equilibrio entre la vida personal y profesional o la reivindicación de los perfiles senior. El tercero pone el foco en la importancia creciente de la comunicación en un contexto en el que el teletrabajo y la previsión de modelos híbridos puede conllevar en el medio plazo una destrucción de la cultura y del tejido social interno de las compañías, y en el que el activismo creciente de los empleados en determinadas causas puede generar importantes brechas de la confianza.
David González Natal, Socio y Director Senior de Engagement de LLYC, reconoce que “este es un momento clave para el futuro de las compañías y la relación con el talento debería estar en el centro de las decisiones que se tomen. En concreto, es necesario que repensemos y reforcemos la cultura en un contexto de desincronización y deslocalización, que apostemos por la formación como una clave para obtener ventajas competitivas y que generemos lazos de comunicación más sólidos con el activismo creciente entre los empleados”.
Fuente: Llorente y Cuenca