Desde Clínica CRL refuerzan la opción de tratar las dolencias
musculoesqueléticas a través de terapias, como la electrólisis
percutánea, las infiltraciones de plasma rico en plaquetas, la
hidrodilatación, entre otras.
En este espacio, te contamos cuáles son las diferencias y sus valores
promedios.
Santiago, abril 2024.- ¿Realizas deportes y tuviste una lesión? ¿Tienes
teletrabajo o de oficina y hace un tiempo estás con una molestia? ¿O crees que
sufres de una artrosis leve o moderada?
Antiguamente, para lesiones de tendones con roturas parciales, totales o
tendinopatías, en deportistas que desean retomar la práctica deportiva o personas
con artrosis en diferentes articulaciones, la cirugía era la opción cuando la
kinesiología no tenía éxito.
Sin embargo, con el uso de tecnologías, como por ejemplo los equipos de ecografía,
en Clínica CRL los profesionales son capaces de realizar una evaluación objetiva de
la lesión lo que ayuda a decidir entre operar una lesión o buscar terapias diferentes
que permitan de forma menos invasiva entregar una solución efectiva.
Eva Peña, médico cirujano de la Universidad de Chile y doctora de Clínica CRL,
precisa que “en la actualidad, se han desarrollado procedimientos menos invasivos
que se utilizan como paso previo a la cirugía, como las infiltraciones y la
electrólisis, que son prácticas comunes. Estos tratamientos ayudan a reducir el
dolor del paciente y a acelerar la recuperación, siempre complementados con
ejercicios de kinesiología”.
“Cada vez hay más evidencia que respalda la efectividad de las infiltraciones para la
patología degenerativa articular para aliviar el dolor de los pacientes. Hasta ahora
no se ha descubierto una forma de revertir el daño que ya tiene el cartílago
articular, también hay evidencia en la efectividad de la electrólisis y de las
infiltraciones con PRP (Plasma Rico en Plaquetas) en tendones con rotura para
disminuir dolor y mejorar funcionalidad de los pacientes, siempre acompañado de
ejercicios de kinesiología”, sostiene.
Procedimientos y costos
La doctora Peña, quien también tiene una especialidad en Medicina del Deporte y
de la Actividad Física, recomienda optar por estas terapias, que no solo son menos
invasivas, sino que también la tasa de éxito en la recuperación es más efectiva
(95%) y los costos totales son más bajos.
“Por ejemplo, en una tendinopatía del manguito rotador el costo de la cirugía
es alrededor de $3.400.000 para pacientes Fonasa y dependiendo de la clínica y el
cirujano los costos pueden ser muy superiores. En la Clínica CRL realizamos
infiltraciones con Plasma Rico en Plaquetas (el procedimiento cerca de $300.000)
para las roturas e indicamos electrólisis percutánea invasiva ($65.000 por sesión)
en casos de tendinopatías con tasas de éxito sobre el 95%”, señala.
Otro ejemplo es la cirugía de prótesis de rodilla: La prótesis, los honorarios y
la hospitalización tiene un costo desde $5.200.000 para pacientes Fonasa, a través
de bono PAD, y en clínicas el valor puede ser mucho mayor; mientras que una
infiltración con Plasma Rico en Plaquetas + ácido hialurónico tiene un costo de
$473.000 + las sesiones de kinesiología ($35.000 por sesión), tratamiento que
puede aliviar el dolor por 1 a 2 años dependiendo del paciente y de su adherencia a
las indicaciones.
Lesiones meniscales
En las lesiones meniscales la mayoría de los casos (cerca del 90%) el tratamiento
conservador es efectivo, además el menisco es el amortiguador de la rodilla por lo
que se debe preservar siempre que se pueda.
El valor de una cirugía de meniscos puede costar desde $1.300.000 y se
recomienda ir acompañada de terapias kinésicas luego de la intervención.
“Para lesiones meniscales se pueden realizar infiltraciones con corticoides
($140.000) o plasma rico en plaquetas parameniscales, para bajar el dolor del
paciente si es muy invalidante lo cual no es necesario en todos los casos. Luego, se
realizan terapias kinésicas para fortalecer la musculatura ($35.000 la sesión)”,
enfatiza.
En general, según precisa la doctora Peña, con ocho sesiones de kinesiología los
pacientes pueden ver mejoras y mantener ejercicios en domicilio, sin embargo,
habrá personas que necesiten terapias más prolongadas en el tiempo.
Discopatías cervicales y artrosis
En el caso de discopatías cervicales, la doctora Peña sostiene que la opción
quirúrgica es la fijación de la columna para que deje de moverse el segmento por lo
que los pacientes quedan con una columna cervical más rígida y siempre deben
realizar kinesiología posterior a la intervención. “Muchas veces pueden desarrollar
discopatía en los otros segmentos y volver a tener sintomatología”.
“Por lo mismo, siempre se intenta primero el tratamiento conservador con
fortalecimiento al menos por seis meses, antes de decir que fracasó. En la clínica
realizamos, en caso de pacientes que no mejoren con ejercicio,
neuromodulación para casos de radiculopatía (cuando se irritan los nervios) y
ozonoterapia para casos de discopatía con dolores crónicos que no han mejorado
con tratamientos convencionales”, puntualiza.
En cambio, en la artrosis de cadera -donde la prótesis aún no está indicada- se
pueden realizar infiltraciones con ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas
para disminuir el dolor del paciente y mejorar el ambiente biológico de la
articulación.
“Ninguno de los tipos de tratamiento puede asegurar un resultado”, añade la
doctora Peña. “La efectividad de los tratamientos depende del paciente en
particular y de la lesión en específico, por lo mismo debe ser evaluado por un
especialista para indicar el mejor tratamiento para cada paciente que tenga
mayores probabilidades de mejorar su lesión”, concluyó.
Fuente: Noor Comunicaciones.