- Durante el año pasado, Corfo certificó casi $313.000 millones en proyectos de investigación y desarrollo liderados por empresas, lo que equivale a un 35% del monto acumulado por la Ley desde su creación en 2012.
- Destacó también la participación de regiones distintas a la Metropolitana y los primeros proyectos certificados vinculados a la naciente industria de Hidrógeno Verde en el país.
Nacional. 25 enero 2024.- Un destacado récord logró Corfo durante 2023 con la Ley de Incentivo Tributario a la Inversión en Investigación y Desarrollo (Ley I+D) al alcanzar el monto certificado más alto en su historia, con casi$313.000 millones, lo que significó un incremento de 245% respecto a los $90.790 millones registrados en 2022.
Este hito es aún más relevante si se considera que el monto certificado por Corfo en 2023, a través de su Gerencia de Innovación, representa un 35% del monto total que se ha certificado desde 2012 con una cifra que llega a cerca de $900.000 millones, con 1.232 proyectos de I+D liderados por 704 empresas.
“Esta administración ha hecho un gran esfuerzo para que este crédito tributario, que es un derecho que tienen todas las empresas chilenas, se ejerza de la forma más expedita posible, salvaguardando, por supuesto, los intereses que están detrás de la Ley que es certificar que lo que hagan las empresas sea, efectivamente, actividades de investigación y desarrollo. Por lo mismo, la evaluación de los proyectos por parte de Corfo no es en su mérito ni en competencia con otras iniciativas, sino que certifica que las actividades que describen las empresas coincidan con lo que se define como investigación y desarrollo en el manual de Frascati, que rige para todos los países miembros de la OCDE”, afirmó el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente.
La Ley I+D busca contribuir a mejorar la capacidad competitiva de las empresas, permitiéndoles rebajar del Impuesto de Primera Categoría un 35% del monto invertido en I+D e imputar a gasto un 65% de esta inversión, los que, combinados, permiten deducir hasta el 52,55% de los recursos destinados a estas actividades, siempre y cuando los proyectos estén certificados por Corfo.
Otro aspecto positivo de 2023 es el aumento de 11 puntos porcentuales en la tasa de certificación respecto al promedio registrado en el período 2020-2022, llegando al 72% de las iniciativas postuladas, lo que está alineado al cambio de estrategia en la difusión y evaluación de este incentivo tributario dentro de la Gerencia de Innovación.
“En el último año hemos fortalecido el equipo especializado en la Ley I+D, se han simplificado procesos y desarrollado estrategias de orientación técnica para que más empresas conozcan, entiendan y usen este beneficio tributario. Este incentivo es un mecanismo muy potente que puede mover la aguja en iniciativas de investigación y desarrollo lideradas por las empresas, aumentando la participación del sector privado en el financiamiento de estas actividades”, destacó la gerenta de Innovación de Corfo, Jocelyn Olivari.
En términos de distribución regional, en 2023 la Ley también registró un hito: por primera vez, la participación de regiones distintas a la Metropolitana lideró el portafolio con un 51% respecto al número de proyectos certificados, y del 58% si se mide en montos aprobados. La región con mejor desempeño fue la de Los Lagos, que el año pasado sumó 21 iniciativas superando a Valparaíso, Maule y O’Higgins, que le siguen en la lista.
Montos históricos y los primeros de H2V
Los resultados 2023 de la Ley I+D destacan tanto en el monto como en los nuevos sectores productivos de las iniciativas, ya que se certificaron los primeros proyectos vinculados a Hidrógeno Verde, lo que responde a los objetivos estratégicos de Corfo para avanzar en la descarbonización de la matriz productiva, dando paso a energías y tecnologías cada vez más sostenibles en Chile.
Uno de los casos fue Anglo American, empresa que registró el mayor monto de certificado en un proyecto en la historia de la Ley: $77.294 millones para conducir investigación y desarrollo en el marco de una nueva tecnología de lixiviación, denominada SandLixTM, para la obtención de cobre desde minerales primarios de baja ley, que permitirán recuperaciones superiores a los procesos convencionales de lixiviación y equivalentes a los de molienda-flotación-fundición, con consumo de agua y energía muy inferiores, lo que representaría una mejora respecto a la sostenibilidad de la industria.
Otro caso destacado en 2023, tanto por monto como por la industria a la que apunta, es el que realizarán en conjunto Enaex, Nittra y Antofagasta Minerals, y que se convirtió en el mayor monto de inversión en I+D certificado en un proyecto asociativo: casi $100.000 millones para realizar estudios que permitan avanzar en el proceso de producción de amoniaco verde (NH3V) y disminuir así, la intermitencia y dependencia del suministro de energías renovables (ER) e hidrógeno verde (H2V) en el proceso Haber Bosch. De alcanzar su objetivo, esta innovación basada en I+D no solo podría aumentar la eficiencia en la industria de amoniaco verde a nivel mundial, sino que fomentar una producción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente
Este proyecto, además, forma parte de “HyEx: Producción Hidrógeno Verde”, iniciativa que con apoyo Corfo, desarrollará una de las primeras plantas a escala piloto industrial para la generación de hidrógeno verde en la Región de Antofagasta. Y para desarrollarla, se requiere generar conocimiento que permita resolver desafíos productivos.
Y en la misma línea con esta nueva industria, destaca la iniciativa que GNL Quintero logró certificar con la Ley I+D el año pasado, que incluye una serie de actividades de investigación y desarrollo para validar la operación de una planta de electrólisis con tecnología PEM, bajo las condiciones medioambientales particulares de la Bahía de Quintero, Región de Valparaíso.
El proyecto de H2V de GNL Quintero también forma parte del listado que Corfo seleccionó en 2021 para impulsar la producción de este energético en Chile y, que, entre sus principales características, apunta a desarrollar el mercado interno ya que el 100% de su producción estará destinada al consumo local, incorporándolo en diferentes procesos industriales, para contribuir a reducir sus emisiones y hacerlos más sostenibles. Actualmente, esta iniciativa está en proceso de evaluación ambiental por parte del SEIA y se espera que entre en funcionamiento a finales de 2025.
Fuente: Corfo.