En el Día Internacional de la Salud, que se celebra cada 7 de abril, el docente Patricio Arroyo, director del Diplomado en Reintegro Deportivo de la Universidad San Sebastián, resalta los diversos beneficios que el ejercicio físico aporta a nuestra salud, tanto física como mental. Más allá de fortalecer nuestros cuerpos, el ejercicio regular juega un papel crucial en mejorar nuestra calidad de vida en general.
El ejercicio ha sido considerado la principal forma de prevención contra enfermedades asociadas a la inactividad. Desde la reducción del riesgo de enfermedades crónicas hasta la mejora del estado de ánimo y la función cognitiva, el ejercicio es una herramienta poderosa para mantenernos sanos y felices. Uno de sus beneficios más importantes es su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea.
Además, el ejercicio regular ayuda a controlar el peso corporal y reduce el riesgo de obesidad, facilitando la quema de calorías y la pérdida de grasa. Combinado con una dieta saludable, el ejercicio es eficaz para prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2.
“El ejercicio también tiene un impacto positivo en la salud mental, liberando endorfinas que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Ha demostrado ser eficaz en el tratamiento y la prevención de trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad”, explica el académico de la Universidad San Sebastián, Patricio Arroyo, quien además dirige el diplomado en reintegro deportivo.
Investigaciones como las realizadas por Balir en 2009 (“Evidence for Prescribing Exercise as Therapy in 26 Different Chronic Diseases”) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. en 2018 (“Physical Activity Guidelines for Americans”), así como la iniciativa “Exercise is Medicine Global Health Initiative” promovida por la American College of Sports Medicine (ACSM), proporcionan evidencia clara sobre los beneficios del ejercicio en la salud.
Además de estos beneficios físicos y mentales, el ejercicio promueve la salud ósea y articular, fortalece el sistema inmunológico y mejora la calidad del sueño. Por eso, incorporar la actividad física regular en nuestra rutina diaria es una de las mejores cosas que podemos hacer para mantenernos saludables y felices a lo largo de nuestras vidas.
En este Día Internacional de la Salud, el llamado a todos a comprometerse con un estilo de vida activo y saludable. Cada pequeño paso cuenta para mejorar nuestra salud y bienestar, ya sea caminando, corriendo, nadando, practicando deportes o simplemente haciendo ejercicio en casa. ¡Celebremos juntos los beneficios del ejercicio físico y trabajemos juntos para construir un mundo más saludable para todos!
Recomendaciones prácticas:
- Ejercicios cardiovasculares moderados a intensos: Realizar al menos 300 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada o 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad vigorosa, como caminar rápido, correr, nadar o andar en bicicleta.
- Ejercicio para la fuerza muscular: Realizar actividades de fortalecimiento muscular que involucren todos los principales grupos musculares en días alternos, como levantamiento de pesas, ejercicios con bandas de resistencia o yoga.
- Incorporar movimientos en la rutina diaria: Buscar oportunidades para moverse durante el día, como tomar las escaleras en lugar del ascensor, estacionar más lejos y caminar, o realizar estiramientos durante los descansos laborales.
- Actividad física para niños y adolescentes: Realizar al menos 150 minutos de actividad física diaria, que incluya actividades cardiovasculares, fortalecimiento muscular y óseo, y actividades de flexibilidad.
- Reducir el tiempo de inactividad: Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias, como ver televisión o usar dispositivos electrónicos, especialmente en niños y adolescentes.
Fuente: USS