- Académica de la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso explicó que los frutos secos no pierden todas sus propiedades en el horno.
- En tanto, las frutas confitadas aportan más azúcar a la preparación que ya es alta en carbohidratos complejos como el almidón.
El pan de pascua es uno de los productos dulces más consumidos en torno a las festividades de diciembre. Aunque está compuesto por altas dosis de azúcar y tiene un gran aporte calórico, posee un ingrediente que lo hace más saludable y que entrega propiedades benéficas para la salud: los frutos secos
La académica de la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Carolina Astudillo, explicó que los frutos secos contienen antioxidantes que aportan nutrientes al cuerpo a pesar de que se consumen horneados en la preparación navideña.
“El ingrediente estrella del pan de pascua es la nuez porque contiene ácidos grasos insaturados, vitamina E, flavonoides (moléculas responsables del color natural de los alimentos) y aporta fibra. Durante el proceso de preparación, es decir mientras se hornea, el fruto seco no pierde las grasas buenas para el cuerpo, así como también mantiene la fibra que impacta positivamente en el organismo”, indicó la profesora.
Una porción de pan de pascua puede tener hasta 450 calorías, por eso es recomendable consumirlo solo con frutos secos.
“En general la preparación aporta muchas calorías, una rebanada de unos 80 gramos puede tener entre 300 a 450 calorías porque contiene muchos carbohidratos complejos, como el almidón y otros simples como el azúcar. Sumado a que la fruta confitada también es muy rica en azúcares, es más saludable evitarla y elegir un pan de pascua con frutos secos”, resaltó la decana de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de los Alimentos.
Fuente: Pontificia Universidad Católica de Valparaíso