Un fuerte plan de capacitación consolidó este año el Ministerio de Minería luego de que 850 pequeños mineros cumplieran con los cursos organizados por el PAMMA, la Unidad de Coordinación y Fomento para la Pequeña Minería.
Se trató de un plan que cubrió 11 regiones de Chile, con cursos que abordaron contenidos amplios y de primera prioridad para su trabajo, como propiedad minera, seguridad, emprendimiento, mantención y operación de equipos, entre otros.
La iniciativa tuvo una inversión aproximada de $142 millones y es parte de una política que resulta sensible para este gobierno, como lo explica la Ministra Aurora Williams.
“Pese a que la gran minería aporta significativamente al desarrollo de Chile, además de tener contemplado una serie de proyectos de gran envergadura, nosotros no nos olvidamos de la pequeña minería. Una actividad llena de vida, con gente que viene trabajando duramente a lo largo de los años y eso, hasta el día de hoy, es una fuente de trabajo muy importante en las localidades e donde se desarrolla. La pequeña minería tiene una riqueza especial porque hay mucha gente detrás, familias, pueblos. Vemos que detrás de cada pequeño minero se encuentra una historia de esfuerzo y de lucha en condiciones difíciles. Y tiene incluso un valor estratégico porque es una actividad que ayuda a la descentralización y además contribuye de manera sostenible a la disminución de la pobreza”, argumentó.
Los números son contundentes para Williams. “De las cerca de 230 mil personas que trabajan directamente en el rubro minero en Chile, 14 mil lo hacen en la pequeña minería. Es un número importante, y por eso lo que hemos hecho en este primer año de capacitación es tan relevante. Si ahora hubo 850 personas capacitadas, el 2015 esperamos llegar a las 1.250. O sea, un 42% más. Además, aumentaremos en 60 millones el gasto de este plan y llegaremos a una inversión de 200 millones para preparar y apoyar a la pequeña minería”.
El PAMMA, como explica la autoridad, cubre un campo de acción amplio, el cual incluye desarrollo de labores y equipamiento, además de asesorías en estudios distritales, reconocimiento de reservas y otros instrumentos de fomento, lo que se tradujo, este año, en una inversión aproximada de $1.290 millones, cifra que, entre otras cosas, benefició a más de 2.000 mineros.
Fuente: Prensa Minería.