- El aumento de muertes por patologías crónicas –como enfermedades cardiovasculares o cáncer- afecta principalmente a los grupos etarios sobre los 70 años dentro de la población chilena.
- Con el aumento de la esperanza de vida en Chile, se observa un incremento en la mortalidad y también un crecimiento en los años vividos con discapacidades causadas por enfermedades crónicas. Según el reporte, Chile se está alejando de la tendencia de América Latina y se acerca a la de EE.UU. y Canadá.
- Este tipo de patologías son más frecuentes a medida que baja el estrato socioeconómico, llegando a ser incluso dos veces más común en las personas de sectores socioeconómicos bajos.
18 de junio, 2021.- Las enfermedades crónicas (cardiovasculares, cáncer, respiratorias o diabetes, entre otras) son patologías multifactoriales en las que juegan un rol importante los hábitos y estilos de vida, y se alzan como uno de los problemas de salud más comunes en la vejez.
De acuerdo con el estudio “Envejecimiento, Enfermedades Crónicas y Factores de Riesgo: Una mirada al pasado y al futuro”, elaborado por el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro, que surge de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica, si en 1990 el 73% de la población fallecía debido a enfermedades crónicas, en 2019 esa cifra escaló hasta el 86%.
El estudio explica que el incremento en las causas de muerte por enfermedades crónicas se vincula al aumento en la esperanza de vida y se concentra en los grupos de mayor edad en la población, ya que el porcentaje de personas entre 30 y 70 años que fallece producto de estas patologías ha disminuido considerablemente tanto en el país como a nivel global. “En Chile, específicamente, la muerte prematura desciende en 2.2 puntos porcentuales desde el año 2000 hasta el año 2016, llegando al 12.4%”, indica el reporte.
Según se consigna en el estudio, desde el año 1990 hasta el 2006, la esperanza de vida aumentó de 73,5 a 80,3 años en Chile. Sin embargo, los años que las personas viven con discapacidad también se han incrementado, específicamente en 1,16 años. “De esta forma, entre 1990 y 2016 el promedio de esperanza de vida era de 77 años, y el promedio de años que se vive con discapacidad son 10 años”, señala el reporte.
Con lo anterior, Chile se aleja de la tendencia seguida por países sudamericanos y se acerca más a lo que ocurre en Canadá y Estados Unidos, cuya población tiene mayor esperanza de vida, y vive más años con discapacidad.
Las enfermedades crónicas se caracterizan por ser de larga duración y de progresión lenta y, a pesar de que existen tratamientos para mantenerlas bajo control, tienen un alto impacto en las personas que las padecen, dado que muchas de ellas merman la calidad de vida obligando al consumo medicamentos de por vida y gatillando cuadros de discapacidad durante la vejez.
El geriatra Jaime Hidalgo, perteneciente a la Sociedad de Geriatría, explica que, si bien en Chile hay una alta esperanza de vida, y la mayor parte de esos años se viven sin discapacidad y de forma funcional y activa, las enfermedades crónicas pueden desatar futuras discapacidades. En este sentido, comenta que “nuestro objetivo hoy es concentrarnos en gran parte en las enfermedades crónicas, ya que entendemos que son las que pueden motivar a que esa funcionalidad, sea física, o mental, se pueda disminuir”.
Para el gerente general de Confuturo, Christian Abello, “este reporte da cuenta de la importancia que implica mantener hábitos sanos de autocuidado para las personas, más aún cuando la esperanza de vida se mantiene en aumento en el mundo y que la mayor parte de la población en Chile será de tercera edad en un futuro cercano. Pensar en la vejez es clave”.
Factores socioeconómicos
Según el estudio del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, hay determinantes sociales en la salud, por lo que la pobreza y la desigualdad se vuelven elementos relevantes en el desarrollo y prevalencia de diferentes patologías.
En general, los grupos más vulnerables tienen un bajo acceso a educación y servicios de salud, y, por otro lado, suelen estar insertos en medios más poblados y con más contaminación. Todo ello incide en que sean más propicios a tener dietas poco balanceadas, sobrepeso u obesidad y desarrollar estilos de vida poco saludables. Por ejemplo, vidas más sedentarias y/o con mayor consumo de tabaco y alcohol, siendo estos factores los que se asocian más directamente con las enfermedades crónicas.
Marcela Carrasco, geriatra académica de la Escuela de Medicina UC y miembro del CEVE-UC, afirma que situaciones socioeconómicas más precarias y menor nivel educacional se correlacionan con hábitos de vida menos saludables, que son los que inciden en gran medida en el desarrollo de patologías crónicas, y que potencia peores indicadores de salud global. Explica que “Cuando uno ve [las prevalencias de enfermedades crónicas] en poblaciones con más equidad o con el mismo nivel socioeconómico, las diferencias son mucho menores, es decir, este sesgo va disminuyendo”.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
Fuente: Comsulting