Andrea Valenzuela, Gerente General de Mobilink, una empresa de Motorola Solutions
La seguridad ciudadana es, sin duda, una de las principales preocupaciones de los vecinos en Chile. De hecho, según la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), la percepción de la inseguridad en Chile alcanzó un 87,6% en 2023.
Frente al aumento de la delincuencia, las municipalidades están llamadas a ser actores claves en la implementación de tecnologías avanzadas que permitan combatir el crimen de manera eficiente y preventiva. En este contexto, herramientas como la videoseguridad con inteligencia artificial (IA) y las cámaras corporales para guardias municipales se posicionan como recursos valiosos para cumplir su misión de proteger a la ciudadanía.
La videoseguridad con IA representa un salto cualitativo del monitoreo a la analítica. A diferencia de las cámaras tradicionales, esta tecnología no solo registra imágenes, sino que también analiza patrones en tiempo real para detectar comportamientos sospechosos, como movimientos inusuales, aglomeraciones repentinas o actividades que podrían ser indicios de un delito. Esto permite alertar a las autoridades de manera inmediata, reduciendo significativamente los tiempos de respuesta y evitando que los incidentes escalen a situaciones más graves, además de alertar a Carabineros de Chile y/o PDI.
Por otro lado, las cámaras corporales para los guardias municipales ofrecen un complemento clave para la estrategia en esta materia. Además de actuar como un medio de disuasión para posibles agresores, generan un registro detallado de las interacciones entre los funcionarios y la ciudadanía. Estas grabaciones pueden ser utilizadas como evidencia en procesos judiciales, mejorando la transparencia y fortaleciendo la confianza de la comunidad en los equipos de seguridad local. Asimismo, permiten monitorear el desempeño de los guardias, asegurando un estándar de calidad en el servicio.
La integración de estas tecnologías no solo responde a la necesidad de combatir el crimen, sino que también contribuye a la eficiencia operativa de las municipalidades. Por ejemplo, los sistemas basados en IA pueden analizar grandes volúmenes de datos en cuestión de segundos, facilitando la identificación de tendencias delictivas y optimizando los recursos disponibles. Esto resulta fundamental en un contexto donde los presupuestos municipales suelen ser limitados y la demanda por soluciones rápidas y efectivas es cada vez mayor.
De cara a 2028, los gobiernos locales tienen la oportunidad de liderar un cambio transformador en la manera en que gestionan la seguridad y otros servicios municipales. La conectividad y la tecnología no solo deben ser vistas como herramientas para resolver problemas actuales, sino como una inversión en el bienestar futuro de sus vecinos. Aquellas municipalidades que apuesten por estas innovaciones estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos de una sociedad cada vez más compleja y demandante.
La modernización tecnológica de las municipalidades es más que una tendencia, debe ser una prioridad para responder a las expectativas de una sociedad que exige seguridad, eficiencia y transparencia. Los gobiernos locales tienen ante sí un gran desafío, pero también una oportunidad única para construir comunidades más conectadas, protegidas y resilientes. El futuro de nuestras ciudades depende de las decisiones que tomemos hoy.
Fuente: Vía Central