- Un 67,4% de los niños entre cuatro y seis años opinan que la violencia no puede existir en la relación con sus padres y un 26,9% quieren que les den más tiempo en sus casas.
- Los niños de colegios municipales entre diez y trece años piden más actividades deportivas, culturales y comunitarias y que no los discriminen.
- Los jóvenes de educación media quieren mayor respeto en el transporte público y sancionar el maltrato de choferes.
En la Cineteca Nacional del Centro Cultural La Moneda, se realizó la devolución de los resultados del encuentro nacional “Yo Opino, es mi derecho”. La actividad fue encabezada por la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia, Estela Ortiz, y contó con la presencia del ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza; del ministro de Cultura, Ernesto Ottone; la ministra del Sernam, Claudia Pascual; el subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Jaime Romero; la subsecretaria del Deporte, Nicole Sáez, y autoridades de MINEDUC, JUNJI, Fundación Integra, PNUD y UNICEF.
Cerca de 1 millón de niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 18 años entregaron sus opiniones en el encuentro nacional “Yo Opino, es mi derecho”. La información recogida tanto en este espacio, como en 15 diálogos regionales, será insumo para la Ley de Garantías de Derechos de Niñez y adolescencia y la Política Nacional de Infancia y Adolescencia, proyectos que serán enviados al parlamento por el Consejo durante este mes de agosto.
“Estamos muy orgullosos de haber llevado un proceso de participación ciudadana con una alta adhesión, en el cual los niños y adolescentes fueron escuchados y ejercieron su ciudadanía. Recogimos sus opiniones y reflexiones y hoy día estamos contándoles qué de lo que ellos dijeron está incorporado en la política y en la ley”, señaló la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia, Estela Ortiz.
En la actividad, dos estudiantes entregaron sus testimonios sobre su participación en Yo Opino. Amelia Cox, alumna de cuarto año medio del colegio La Masonnette, dijo que “fue súper positivo y novedoso esto de que a los jóvenes se les invite a participar, a ser escuchados, a incidir en las políticas nacionales. Las opiniones de los jóvenes no suelen ser escuchadas, así que aproveché la instancia de todas maneras”. Mientras que Óscar Oses, estudiante de primer año medio del Liceo de Aplicaciones, recalcó el cambio que ha existido en su sala de clases luego de la actividad “el Yo Opino me pareció una experiencia muy bonita, ya que la convivencia con mis compañeros, desde que pudimos conversar sobre lo que pensábamos, ha mejorado. Nos empezamos a respetar más y nos tratamos mejor que antes”.
El ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, destacó el encuentro. “Esta iniciativa es muy importante porque sitúa a los niños y adolescentes como sujetos de derechos, y eso tiene que ver con cómo la política pública va reconociendo a todos los grupos sociales, indistintamente de su condición etaria”, comentó.
Por su parte, la ministra del Sernam, Claudia Pascual, señaló que “la participación ciudadana tiene que ser enseñada desde los niños y las niñas, y si esa educación permite avanzar en una equidad de género tanto mejor”.
“El desafío es generar un cambio cultural para construir nuevas formas de relacionarnos con ellos, reconocerlos como un otro válido, libre, autónomo y que tiene derechos. El Estado debe estar a la altura de los niños, niñas y adolescentes, debe respetarlos, eso es avanzar a un Estado profundamente democrático, donde la participación es una realidad cotidiana y no una promesa, de eso se tratará la nueva ley que presentaremos al Congreso en las próximas semanas y la nueva política que se dará a conocer”, concluyó Estela Ortiz.
Luego de analizar los datos obtenidos de las respuestas de 33.261 cursos, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) –quienes extrajeron una muestra aleatoria proporcional por cuotas de establecimientos participantes- realizó un informe cuantitativo y cualitativo de las opiniones entregadas en los encuentros.
Principales conclusiones
El grupo de primer nivel de transición hasta primero básico (4 a 6 años), señaló que es importante para ellos la creación de espacios de comunicación con los adultos, para desarrollar su autonomía y fomentar la participación en el hogar y la escuela. Comunicación que permitirá que los niños generen confianza, se sientan apoyados, protegidos e incluidos.
Los niños y niñas de entre segundo a cuarto básico (7 a 9 años) también piden mayor participación, la que señalan no debiese estar limitada por su edad, además de respeto por la diversidad, especialmente relacionada a la inclusión en las interacciones. Por otro lado, reconocen en los padres como guías para ejercer sus derechos, ya sea en el apoyo a sus decisiones como en los permisos que los mismos padres otorgan para el desarrollo de actividades.
El grupo de entre 10 a 13 años (quinto a octavo básico) señaló que necesitan reconocimiento y valorización por parte de los adultos, que no se subestime sus capacidades en el desarrollo de acciones, reflexiones, participación y en la toma de decisiones, ya sea en el hogar, escuela o comunidad local. Es decir, tener mayor incidencia en la sociedad, que implica ir asumiendo de forma gradual y responsable el control sobre diferentes aspectos de su vida. Además, dan cuenta de que para fomentar el respeto y buen trato, es necesario tener interacciones empáticas e igualitarias.
Finalmente el grupo de adolescentes de entre 14 y 18 años (primero a cuarto medio) da cuenta de la sensación de exclusión que viven en relación a la participación, opinión y toma de decisiones en los espacios en que socializan con adultos, principalmente en la escuela y la familia, además del deseo de ser validados y respetados con sus propios intereses y motivaciones.
Entre los niños de primer nivel de transición a primero básico un 83, 5% cree fundamental “reconocer la opinión de los niños y fomentar sus decisiones” y el 37, 5% cree necesario el buen trato entre los niños” y un 25,3 % piensa que hay que “promover el rol protector y orientador de los adultos”. Existe más necesidad de esto en niños de colegios particulares (37,4%) que en los preescolares que asisten a jardines de la JUNJI-Integra (19,2%).
También tienen clara la “necesidad de eliminar prácticas de violencia de los adultos” (que los hagan callar o les golpeen) en un 67,4% y la importancia de “darles más tiempo en la casa” con un 26,9%, en esto los niños de colegios particulares son más exigentes con un 45,9%, los de la JUNJI 24,1%, los de la educación municipal 24,1% y de la particular subvencionado 27,2%.
Respecto a fomentar la no discriminación y respeto por la diversidad los niños de la región de Aysén son los que mayoritariamente creen en esto en un 40%.
Más de la mitad de los niños de Segundo a Cuarto básico creen fundamental potenciar el “desarrollo de la auto confianza en los niños”, es decir en un 57, 6%, y en un 36, 1 % que “no se restrinja su participación de acuerdo a su edad”.
En relación a potenciar que “los adultos protejan a los niños de actividades peligrosas y los apoyen a tomar decisiones, nuevamente los niños de los colegios particulares son los que se manifiestan de acuerdo con esto en un 31,5% en relación al 16% en colegios particulares subvencionados y 18,5% en colegios municipales.
También creen en un 50, 2% que los niños deben ser respetados por los adultos y tratados con cariño, y que los niños deben tratarse con cariño entre sí.
De Quinto a Octavo Básico el 31,6% de los niños apoya la idea de “desarrollar sus capacidades para tomar decisiones por sí mismos en relación a su vida y la sociedad a la que pertenecen”, la que es mayor en los establecimientos de educación municipal con un 33,3% (21,5 % particular pagado y 30,7% particular subvencionado).
Un 27,1 % que quiere que “los adultos tengan más confianza en lo que pueden lograr” y un 15,6% cree que “deben tener un mayor grado de libertad para actuar”.
Ahora entre los niños de todo Chile lo de la región del Maule y la región de los Ríos son los que piden mayoritariamente que sean” valoradas y consideradas sus opiniones” en un 43,8 % y un 43,3% respectivamente.
En los colegios municipales 42% de los niños piden generar mayores instancias de participación a través de actividades culturales, comunitarias y deportivas en relación a los colegios particulares pagados que es de un 16% y particulares subvencionados 32%.
Un 29,8 % cree importante “fomentar la solidaridad, respeto (no hacer distinción por color, clase social, o tendencia sexual etc)” esto lo creen en un mayor porcentaje los niños de Magallanes con un 53,8% y los de la educación municipal 31% (particular pagada 23 % y particular subvencionada 29,2%).
Los adolescentes de Primero a Cuarto Medio piden en un 30,8 % “fomentar la capacidad de los jóvenes de tomar decisiones que los afectan a ellos y a la sociedad que pertenecen”.
También solicitan en un 43,4 % que “existan lugares donde puedan expresar sus opiniones y que estas sean valoradas y consideradas”. Los más exigentes son los alumnos de los colegios particulares pagados con un 51,5%.
Creen que es necesario “promover la diversidad y evitar la discriminación (tolerancia, inclusión de otras culturas) en un 25,6%, sobre todo en la región de Antofagasta con un 50%.
En un 10,5% piden mayor respeto en el transporte público. Creen que por ser adolescentes no se les respeta en las micros y proponen sancionar de manera efectiva y rígida cualquier situación denigrante, como mal trato del chofer o acaso, entre otros.
Participaciones individuales
A través de la web yoopino.cl, niños, niñas y adolescentes tuvieron la posibilidad de expresar libremente sus opiniones con respecto a temáticas relacionadas a autonomía progresiva, buen trato, respeto e inclusión, y participación. A partir de 3.447 respuestas, surgieron las siguientes premisas:
- Existe poca atención de parte de los adultos a las opiniones de niños, niñas y adolescentes, lo que surge como principal obstáculo para hacer valer sus derechos.
- Sensación de temor al momento de hacer valer sus derechos.
- La responsabilidad surge como principal herramienta para aprender a tomar sus propias decisiones.
- Se demanda un mayor espacio para cometer errores y aprender de éstos.
- Las oportunidades que se les brinda para participar en la toma de decisiones son pocas o nulas, y declaran que la opinión de los niños sí debiese influir.
- Destacan el maltrato ejercido por pares en la escuela y la violencia del hogar.
- Para ser respetados reclaman que deben ser escuchados.
- Demanda por mayor respeto a la diversidad, evitando la discriminación de cualquier tipo.
Participación de Centros de estudiantes
Los Centros de estudiantes del país también tuvieron la posibilidad de entregar sus opiniones vía web de forma autónoma, independiente de si su centro educacional realizó o no el encuentro en sus aulas. De los resultados de 268 opiniones de Centros de estudiantes, los cuales corresponden a éstas fueron las principales conclusiones:
- La poca atención de los adultos a sus opiniones, así como la sensación de exclusión y el temor a hacer valer sus derechos coincide con las respuestas entregadas en las participaciones individuales.
- La enseñanza de los adultos surge como el elemento facilitador del aprendizaje y la toma de decisiones.
- Necesidad de aumentar la confianza en sí mismos y adquirir nuevas responsabilidades.
- Posibilidades de participación no son suficientes ni motivadoras.
- Demanda por mayor comunicación con el mundo adulto.
- Se pide mayor inclusión en actividades realizadas por los adultos.
- Establecimientos educacionales y espacios públicos son percibidos como espacios donde son vulnerados sus derechos.
- La promoción de la diversidad como elemento a ser incorporado por los adultos para asegurar el respeto a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Para mayor información sobre el encuentro nacional “Yo Opino, es mi derecho”, visitar la web yoopino.cl.
Fuente: Comunicaciones Consejo Nacional de la Infancia.