Dr. Leonardo Guzmán de IFOP precisa que no existe relación entre el vertimiento de salmones y el fenómeno de marea roja
Leonardo Núñez, Director Ejecutivo de IFOP explicó “La floración que afecta a la región de Los Lagos, actualmente está circunscrita en el mar exterior entre el extremo sur de la isla de Chiloé y la localidad de Los Molinos en la región de Los Ríos, al norte del río Valdivia. Asimismo ha recrudecido su presencia en los extremos noreste y sureste de la isla de Chiloé (Quellón), ingresando por el canal de Chacao y el golfo de Corcovado, respectivamente. Por el norte ha ingresado hasta estero Tubildad (Quemchi), y permanecen libres de esta floración el Seno Reloncaví y el estuario del mismo nombre y toda la costa de la provincia de Palena.
Actualmente no se dispone de información respecto de la magnitud de la floración en el océano abierto, pero los muestreos en la costa han mostrado una altísima intensidad asociada a niveles muy altos de toxinas en los mariscos”.
Dr. Leonardo Guzmán, jefe de la división de acuicultura de IFOP señaló “esta floración de Alexandrium catenella es la primera vez que se detecta en el océano Pacífico y es la más intensa de las registradas en la isla de Chiloé. Eventos provocados por esta microalga han sido observados en Chiloé en los años 2002, 2006 y 2009. La presencia de A. catenella está asociada a condiciones de verano muy benignas que favorecen la proliferación de microalgas nocivas y del fitoplancton total.
Los registros del Instituto de Fomento Pesquero, durante el mismo período, han permitido detectar floraciones nocivas de Protoceratium reticulatum en el estuario de Reloncaví, Dinophysis acuta en el estero Pitipalena y Dinophysis acuminata en amplios sectores del mar interior de Chiloé y de la región de Aysén. Además se incluye la floración ocasionada por Pseudochattonella cf. verruculosa que afectó gravemente la salmonicultura.
Las características climáticas regionales y globales, que además están siendo influenciadas por el Niño 2015-16, uno de los más intensos en los últimos 50 años, son factores asociados que favorecen la existencia de estas proliferaciones”.
El Dr. Guzmán recalcó “por lo mismo, el vertimiento de salmones a 130 km de la costa de Chiloé, no puede ser relacionado con estas floraciones. En el vertido al menos son dos componentes los que deberían ser tenidos en cuenta, una fase que entra en disolución y otra particulada representada por la carne de los ejemplares. Ambas fases son biodegradadas. La primera por los volúmenes considerados y la inmensidad del océano Pacífico, tiende a diluirse rápidamente, en tanto que fase particulada tendería a hundirse y a ser arrastrada hacia el norte y el oeste, dado los vientos imperantes durante el vertimiento. Ello fue simulado mediante modelación con las condiciones imperantes en el momento en que se realizó el vertimiento. No hubo señales en términos que los desechos vertidos pudieran ser arrastrados hacia la costa de la región de Los Lagos”.
Fuente: Instituto de Fomento Pesquero.