En cuanto a cuencas y embalses, el pronóstico para el verano 2024 y 2025 indica una “condición deficitaria en la zona norte del país, que resulta particularmente preocupante en cuando a nivel de caudales”, advierte Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático USS.
“La Niña se mantendrá débil durante todo el verano”, fue parte de lo que indicó el nuevo Informe Hidroclimático elaborado por el Observatorio Climático y Centro del Agua de la Universidad San Sebastián. De acuerdo al mismo, “la llegada de aguas frías se ha detenido, estabilizando las temperaturas del océano en aproximadamente 0,5 °C por debajo de los valores normales. Esto ha permitido que el anticiclón mantenga una actividad moderada, lo que permite el paso ocasional de frentes o núcleos segregados que traen precipitaciones”.
La directora del Observatorio Climático USS, Paula Santibáñez, agrega que las temperaturas han mostrado una oscilación entre días cálidos y frescos, “característicos de una Niña Leve”. En cuanto al panorama de los próximos meses, “se espera que las temperaturas se mantengan ligeramente por encima de lo habitual, mientras que las precipitaciones tenderán a estar por debajo del promedio, debido al esfuerzo del anticiclón que bloquea la trayectoria de los frentes en la zona central del país”, destaca Santibáñez.
Hacia el fin del verano, el informe señala que disminuye la probabilidad de que persistan las aguas frías, retirándose parcialmente, dando paso a una fase neutra en invierno, “lo que sería un buen augurio para 2025”, afirma la académica de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza.
Quiebre de la megasequía por tercer año consecutivo
Según el informe USS, solo de Valdivia a Balmaceda se presenta algo de déficit de lluvias este año, mientras que de Curicó hacia el norte se presenta excedente de precipitaciones, panorama que se mantendría hasta fin de año, “haciendo de este el tercer año consecutivo en que se ha producido un quiebre de la megasequía”. No obstante, “varias cuencas del país presentan volúmenes de agua embalsada inferiores a los valores normales”.
A largo plazo, se proyecta el término de la fase fría a fines del verano, lo que haría que “el invierno de 2025 se inicie con aguas a temperaturas neutras”. De ocurrir esto, Paula Santibáñez explica que “se debilitaría el bloqueo anticiclónico de los frentes durante el invierno, lo que permitiría lluvias cercanas a la normalidad a partir de junio”.
Variabilidad en el estado de ríos
El Centro del Agua USS, a cargo de este apartado, reveló que el pronóstico de caudales para la temporada 2024-2025 presenta una clara variabilidad territorial en el país. “En la zona norte, específicamente entre las cuencas de Copiapó y el Elqui, se proyecta una condición deficitaria que resulta particularmente preocupante, considerando que el río Elqui se ubica un 7% por debajo de su mínimo histórico de los últimos 30 años”, detalla el informe.
Por otra parte, la situación mejora “levemente” hacia el sur de Coquimbo, donde las cuencas de Limarí y Choapa presentarían condiciones cercanas, aunque bajo lo normal. Más “favorable” será el panorama en el tramo de las regiones de Valparaíso y Ñuble, “donde los pronósticos indican valores cercanos o superiores a las medias históricas”.
Contrastes significativos en embalses
En cuanto al estado de embalses, las regiones de Atacama y Coquimbo muestran condiciones dispares, con algunos embalses superando el 50% de su capacidad, mientras otros se mantienen por debajo de este umbral crítico. El informe también reporta que “a partir de la cuenca del Limarí hacia el sur se observa una tendencia más positiva, con la mayoría de los embalses manteniendo niveles superiores al 50% de su capacidad y valores cercanos a los registrados históricamente”. Sin embargo, existen excepciones como el embalse Peñuelas, la Laguna del Maule y el Lago Laja, que presentan niveles inferiores.
Al margen de este escenario, “la favorable acumulación de nieve en la cordillera, junto con el buen estado de los embalses desde la Región de Valparaíso hacia el sur, sugiere que la temporada de riego será positiva a pesar de la escasez de las precipitaciones previstas en primavera”. Además, “los pronósticos de temperaturas cercanas a los valores normales sugieren un deshielo más gradual, lo que resultará en caudales más estables durante el verano, beneficiando la gestión hídrica”.
Consecuencias de incendios y desastres naturales
La cubierta vegetal se encuentra en valores similares a los del año pasado en la misma fecha. Sin embargo, esta es “claramente deficitaria” en los sectores afectados por los incendios de la temporada 2023-2024. También se observa menor vigor de la vegetación en zonas que fueron afectadas por las inundaciones de invierno en la zona central del país.
Fuente: USS