Las cifras de cuentas nacionales publicadas por el Banco Central informan que el crecimiento del PIB durante 2014 fue de 2,4% interanual, ratificando la expansión medida preliminarmente mes a mes a través del Imacec. El crecimiento reportado está dentro de lo estimado y significa una leve recuperación respecto de los dos trimestres previos (1% y 1,8% respectivamente). Sin embargo, el tipo de repunte es sin duda alguna decepcionante, mostrando claros signos de debilidad.
La inversión volvió a retroceder, esta vez en -1,7%, y la inversión en maquinaria y equipos, en -7,4%, completando un ciclo de siete trimestres de franco debilitamiento en la inversión, el más extenso de los últimos 35 años. Diversos factores explican la persistencia en este deterioro en la formación de capital, entre ellos expectativas, fin del ciclo expansivo de los commodities y reforma tributaria, a los cuales hay que agregar el repunte inflacionario en este tipo de bienes y que se relaciona con el alza del tipo de cambio. Los precios implícitos aumentaron en 10,7%, siendo el tipo de gasto que más ha elevado sus precios en el último año.
La inversión en construcción, por su parte, tuvo un avance 1,1% (2,2% en el T4), en un contexto de impulso de gasto público en inversión y mayor actividad inmobiliaria relacionada con los próximos cambios impositivos provenientes de la reforma tributaria para 2016.
El consumo, por su parte, el gran artífice del moderado avance del crecimiento en el trimestre, se expandió en 1,6% en 12 meses (1% del cuarto trimestre de 2014), pero sin lograr definir mayor actividad en el campo del consumo de durables, que se contrajeron en 5,1%. El ciclo de deterioro de durables está fuertemente asociado a condiciones crediticias algo más restrictivas, debilidad de expectativas, menores ingresos en los hogares e incertidumbre respecto al empleo, en un contexto también más inflacionario. Los precios implícitos de los bienes durables aumentaron aproximadamente 7% en 12 meses, que contrasta con el descenso observado en 2012 y 2013.
El gasto de Gobierno aceleró su trayectoria expansiva a 5,4%, contribuyendo a mejorar el avance del consumo total a 2,2%. A nivel de sectores, el panorama no ofrece mayores contrastes, sino más bien un cuadro de debilidad altamente generalizado. La industria mantuvo cifras en rojo, contrayéndose -0,6%, el comercio avanzó en 0,1%, transporte creció en 1,3%, construcción creció en 2%, pese a la contribución fiscal, servicios públicos crecieron en 1,5% y pesca cayó en 13,5%. Sólo tuvo un avance importante el rubro comunicaciones, con un crecimiento de 9,4% en el trimestre, y administración pública, de 3,7%.
Las exportaciones no lograron responder en forma significativa a la mejora competitiva que significa el alza del tipo de cambio. Las exportaciones no cobre aumentaron en 3,4% en 12 meses y las exportaciones de cobre descendieron en 1,4%.
Por último, los inventarios crecieron, como usualmente lo hacen en el primer trimestre, pero a un ritmo débil, que sugiere un panorama de expectativas de consumo aún muy restrictivas para los próximos trimestres.
En resumen, los antecedentes de cuentas nacionales del primer trimestre muestran un estado de gran debilidad en la economía, pese al moderado repunte respecto del segundo semestre de 2014. La inversión no logra despegar y el consumo de durables sigue una trayectoria similar, en un contexto de presión de precios causada por la depreciación del tipo de cambio. El frente exportador mantiene una actividad que no se condice con la mayor competitividad que reporta el tipo de cambio y la recuperación de las economías avanzadas.
Nuestros pronósticos apuntan a un crecimiento de 2,7% en 2015, que asume que la actividad se aceleraría a 3% en la segunda parte del año.
Fuente: Prensa Cámara de Comercio de Santiago.