- La demanda fue presentada esta mañana y apunta a los supuestos intentos de la compañía por “favorecer a organizaciones disidentes de los sindicatos históricos (creadas recién en 2021 a instancias de la empresa), extendiéndoles, de manera encubierta, derechos conseguidos luego de duras y costosas negociaciones colectivas”.
“Latam Airlines Group no termina de cerrar los distintos frentes que mantiene abiertos con sus trabajadores. Esta vez, el Sindicato de Pilotos de Latam (331 asociados, el más numeroso de entre los pilotos de la empresa), presidido por Mario Troncoso y patrocinado por el abogado Jorge Correa Selamé, presentó una demanda por prácticas antisindicales contra la compañía.
El conflicto, que ya se arrastra por dos años y que estuvo a punto de desembocar en una huelga que se evitó, a último minuto, a instancias de la mediación de la Dirección del Trabajo, tiene una larga y compleja historia, atravesada por reducciones salariales provisorias que devinieron en permanentes, creación de sindicatos ad hoc a instancias de la compañía, extensiones de beneficios unilaterales de manera encubierta –práctica proscrita desde septiembre de 2016, durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet– despidos masivos y recontrataciones bajo condiciones inferiores.
El punto álgido de esta historia –y que desencadenó la demanda interpuesta hoy—comenzó en enero de 2023, cuando la compañía extendió los beneficios obtenidos por el Sindicato de Pilotos de Latam (SPL) en una dura negociación reglada a un sindicato interempresas creado a instancias de la empresa recién a mediados de 2021 y que, reveladoramente, ya había firmado un convenio amistoso con la administración de la compañía pocos días antes, pero muy inferior en materia de beneficios.
“Con la instigación de la empresa, el 8 de julio de 2021, se crea el Sindicato Interempresa de Pilotos (SIEP) conformado casi en su totalidad por ex asociados de SPL y de SIPLACH (…) El SIEP nace de un movimiento liderado por algunos de los instructores de vuelo y ex ejecutivos que encabezaron las presiones durante el tenso período de negociación del acuerdo COVID, lo que motivó las renuncias masivas a los sindicatos históricos”, indica la demanda.
El SPL precisó que esta acción legal no tiene por propósito negar derechos a los no sindicalizados ni generar un quiebre con un sindicato disidente, sino hacer cumplir la ley y evitar que la administración de la compañía siga utilizando subterfugios que, en el futuro, pueden volcarse incluso contra otros sindicatos. SPL explicó que “si estas intervenciones de la empresa se instalan sin que los pilotos levanten la voz, nada impide que se utilicen en el futuro para perjudicar, presionar o menoscabar a cualquier sindicato, incluyendo a los que hoy se pretende favorecer”.
Pese a que la directiva de SPL advirtió que la extensión unilateral de beneficios generaría una acción legal, la empresa recurrió a un subterfugio o simulación de negociación tendiente a menoscabar la actividad desplegada por el SPL, beneficiando a un grupo de disidentes.
La historia es la siguiente: Según indica la demanda, con motivo de la suscripción del contrato colectivo del sindicato histórico SPL (15 de noviembre de 2022), la directiva del sindicato disidente (SIEP), realizó reuniones los días 17 y 18 de noviembre de ese año (sólo dos días después) para informar a sus socios que la compañía inmediatamente adquirió el compromiso de revisar sus condiciones salariales para que no quedaran, en ningún caso, por debajo de las obtenidas legítimamente por el sindicato histórico, que llevó el peso de las negociaciones.
Resulta evidente, que con la finalidad de favorecer al sindicato SIEP, protegido por la empresa, a pesar de tener contrato vigente y para que no aparezcan como “perdedores” frente al sindicato SPL, se le otorgan los mismos beneficios obtenidos por el SPL, que debió realizar una negociación no reglada, una reglada y un proceso de mediación obligatoria, con huelga votada, incurriendo en altos costos”.
Fuente: Vía Central.