Según declaraciones en la Universidad de Talca del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero Vega, esta práctica generaría perjuicios al sistema penitenciario y no es efectivo para solucionar la problemática.
Cómo enfrentar la delincuencia es materia de debate legislativo en el país. Muchos políticos encuentran respuesta en el llamado “populismo penal”, que busca generar penas punitivas más duras con el fin de atraer el apoyo ciudadano.
Sin embargo, los especialistas concuerdan en que esta no sería la manera adecuada de resolver la problemática, ya que puede generar perjuicios en los sectores más vulnerables de la población y una sobre carga del sistema penitenciario como el que se vive en la actualidad.
“Lo que debemos hacer es persecución penal eficaz y por otro lado segmentar en que espacios el derecho penal es eficaz y en qué otros uno tiene que buscar mecanismos de otro tipo de políticas públicas”, declaró el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero Vega, en un coloquio organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca.
En la oportunidad, la autoridad explicó que el populismo penal “tiene que ver con creer que la utilización del medio y la sanción penal es el único mecanismo para solucionar asuntos como la seguridad”. No obstante, aseguró que esto genera consecuencias en los sistemas institucionales tales como la sobrepoblación carcelaria.
Además, el jefe de la cartera recalcó que existen medidas que pueden ser más eficaces que la encarcelación. “Probablemente la inversión más efectiva es en reinserción. Un recurso invertido en reinserción es mucho más rentable en el largo plazo, que probablemente la cárcel, entre otras razones porque con eso se reduce la reincidencia”.
Populismo penal en Chile
El ministro reconoció que en el país se utiliza comúnmente esta forma de populismo. “La agenda, desde finales de los 90 está centrada en eso: aumentos de penas, como marcos legales rígidos y con reducción de beneficios, sin evaluar los impactos o la evaluación empírica que eso pueda tener”.
De acuerdo con el académico de la Universidad de Talca e integrante de la Corte de Apelaciones de Talca, Diego Palomo, éste se trata de “un virus que se esparce rápidamente por su discurso simplista, que tiene un lenguaje altisonante, pirotécnico, que llega muy rápido a ‘la galería’, y que es fundamentalmente maniqueísta, es decir, son ellos o nosotros”.
Además, el abogado manifestó que “esto se ve en una variación sustancial en el origen de la puesta en marcha de la reforma de la reforma de la justicia penal el año 2000 y las continuas reformas que la han ido desfigurando tanto en lo procesal como en lo sustantivo, aumentando las penas”.
Fuente: U. de Talca