El Presidente del Banco Central de Chile, Mario Marcel, presentó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2019 ante el Senado Pleno. En la sesión efectuada en la sede del Congreso en Valparaíso, expuso los detalles de la evolución macroeconómica y sus respectivas proyecciones.
Marcel asistió a la sesión acompañado del Vicepresidente Joaquín Vial; los Consejeros Pablo García, Rosanna Costa y Alberto Naudon; el Gerente General, Alejandro Zurbuchen; el Fiscal Juan Pablo Araya; los Gerentes de División Política Monetaria, Elías Albagli; Política Financiera, Solange Berstein; Mercados Financieros, Beltrán de Ramón; Estadísticas, Gloria Peña; y de Asuntos Institucionales, Michel Moure.
En su intervención, el Presidente Marcel señaló que “La conclusión principal del IPoM que presentamos hoy es que han aumentado los riesgos para una oportuna convergencia de la inflación a la meta de 3%. Desde el IPoM anterior, la inflación total y subyacente se ha mantenido en torno al 2%, en un contexto en que las perspectivas para el escenario macroeconómico se han debilitado. Parte importante de ello se debe a la evolución del escenario externo, donde las tensiones comerciales han aumentado la incertidumbre global, junto a una desaceleración del crecimiento en distintos países, así como de un descenso de los volúmenes de comercio”.
Agregó que a ese contexto se ha sumado “un recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha llevado las tensiones globales a un escalón distinto, en el que la capacidad de predecir cuándo y de qué forma se resolverá este conflicto se ha vuelto mucho más complejo. Para Chile, los efectos directos de la guerra comercial en el comercio exterior han sido hasta ahora acotados y heterogéneos. Si bien el volumen de las exportaciones cayó en el primer semestre, una parte se explicó por los factores de oferta que afectaron a la minería. Se suman algunos sectores industriales, como la producción salmonera, cuyos niveles son elevados desde hace un tiempo, lo que limita sus tasas de expansión anual”.
De esta manera, señaló Marcel, “estimamos que la persistencia y creciente complejidad de los conflictos, así como el predominio de un mayor pesimismo en los mercados, hará que el impulso externo que recibirá la economía chilena sea bastante inferior al considerado en el IPoM de junio”.
El Presidente del Banco Central hizo notar la desaceleración de la inflación de servicios. “Esta última se relaciona en mayor medida con el estado de la brecha de actividad y las holguras del mercado laboral, por lo que un nivel bajo es indicativo de que la economía está atravesando por una fase de crecimiento inferior a lo que es su expansión potencial”.
Afirmó que “tomando en cuenta todos estos antecedentes, en nuestra Reunión de Política Monetaria de ayer, decidimos reducir la Tasa de Política Monetaria en 50 puntos base, llevándola a 2%. Este es el menor nivel que ha alcanzado la TPM desde el 2011, lo que refleja el importante grado de expansividad que el Banco está entregando a la economía. Asimismo, evaluamos que el escenario de proyecciones para la actividad está sesgado a la baja, mientras que para la inflación está equilibrado. Por ello, estimamos que se podría requerir una ampliación del estímulo monetario, lo que evaluaremos en las próximas reuniones, a la luz de la evolución del escenario macroeconómico”.
Proyecciones de crecimiento 2019-2021
En su presentación al Senado, Marcel indicó que “en el escenario base, en el período 2019-2021, el crecimiento acumulado de la actividad será menor que el proyectado en junio. En el 2019, el PIB aumentará entre 2,25% y 2,75% (2,75% a 3,5% en junio); en el 2020 lo hará entre 2,75% y 3,75% (3% a 4% en junio); y en el 2021 la proyección se mantiene entre 3% y 4%”.
La proyección para 2019 asume que la actividad tendrá tasas de expansión superiores a las de la primera mitad del año, ayudada por la baja base de comparación. En este período no se espera, sin embargo, un aumento de la velocidad de expansión del PIB no minero entre trimestres debido a que algunos de los factores negativos que se observaron en la actividad del segundo trimestre no se revertirán totalmente y que el menor dinamismo del consumo tendrá algo de persistencia.
El Presidente del Banco Central agregó que “las primeras cifras que se han ido conociendo para julio y agosto son coherentes con esta visión. Es así como los indicadores sectoriales del INE para julio muestran una reversión de la caída de la actividad industrial en los dos meses previos. En el caso del crédito, se observa una leve aceleración del segmento de vivienda, y una mantención del de consumo y comercial. Los indicadores de actividad en la construcción siguen con tasas de expansión anual mayores al promedio, mientras el comercio mejoró sus resultados en el mes, aunque menos de lo esperado a la luz de la diferencia en la composición de días hábiles”.
En el ámbito fiscal, se sigue suponiendo que en el 2019 la economía recibirá un impulso coherente con las metas de política declaradas por la autoridad. A ello se agrega el efecto de las medidas fiscales recientes, definidas dentro de dichos márgenes. Así, se contempla una expansión algo mayor del consumo de gobierno en el segundo semestre, en tanto que la aceleración de la inversión pública y concesionada contribuyen a sostener la inversión productiva no minera. Como en otras oportunidades, las proyecciones no incorporan el eventual efecto de reformas en trámite legislativo, como el posible impacto sobre la inversión de la depreciación instantánea de gastos de capital o el impacto sobre el consumo del fortalecimiento del pilar solidario en el proyecto de Reforma Previsional.
Puntualizó, sin embargo, que, pese al empeoramiento del escenario externo, se proyecte que la economía vuelva a crecer a tasas del orden de 3% o más en los próximos años. “ello ocurre porque para la economía mundial se proyecta una desaceleración importante, pero no una recesión; porque la inversión se mantiene creciendo; porque en los últimos años se ha reducido la vulnerabilidad de la economía a fluctuaciones cambiarias, y, por último, porque las autoridades están respondiendo con prontitud a cambios en el escenario económico”, señaló.
Dentro de esta respuesta destacó a la política monetaria, con una TPM que se ha reducido en 100 puntos base en solo tres meses, agregando que “Chile destaca en este sentido como uno de los países con una respuesta más rápida al cambio externo y como uno que enfrentará las turbulencias de los próximos meses con condiciones financieras internas más favorables. Esta capacidad de respuesta seguirá siendo importante en los próximos meses y el Banco Central ha mostrado su disposición en ese sentido”.
Evolución de la inflación
En materia de precios, Marcel señaló que “la variación anual del IPC y del IPCSAE sigue en torno a 2%, sin mayores diferencias respecto de lo previsto en junio. No obstante, a nivel de componentes del IPCSAE se aprecian cambios más significativos. La inflación de servicios ha sido inferior a lo anticipado, manteniéndose en valores bajos en perspectiva histórica. Destaca lo generalizado de las sorpresas y que las líneas más ligadas al estado de la brecha de actividad y el mercado laboral se han ajustado aún más. En contraposición, la inflación de bienes fue algo mayor que lo esperado, pero explicada en gran parte por un producto de la canasta (paquete turístico) que muestra un comportamiento históricamente volátil, por lo que se supone se revertirá”.
En ese contexto, afirmó, “la convergencia de la inflación a la meta se dará en la última parte del horizonte de política. Las expectativas del mercado consideran algo similar. La proyección supone que parte de las sorpresas inflacionarias del último tiempo persistirán por un tiempo, acorde con una brecha de actividad que en la partida supera lo previsto en junio”.
Avances del Plan Estratégico 2018-2022
El Presidente Marcel también dio cuenta del avance del Plan Estratégico del Banco Central de Chile 2018–2022. Señaló que, a la fecha, éste registra un avance que supera el 60%, con 21 líneas de acción en cinco focos de trabajo: liderazgo intelectual, relaciones institucionales, gobernanza, tecnología y empleador de excelencia. Esto revela el compromiso, rigurosidad y sentido de urgencia con que ha trabajado el Banco.
Adicionalmente, informó que en marzo del 2019 se modificaron las políticas de inversión de las reservas internacionales del Banco Central. Los principales cambios fueron incrementar la duración en cerca de 5 años (de 2 a 7 años) y modificar la estructura de monedas y de portafolios, de modo de permitir tanto la preservación del capital como la mantención de niveles de liquidez adecuados. En el actual escenario de turbulencia, esto ha significado una ganancia importante de valor, por la caída de tasas de interés plazos largos que incrementan el valor de las reservas.
Por último, dio cuenta de las conclusiones del Informe del Panel Externo que evaluó el desempeño del Banco en el cumplimiento de sus objetivos de control de la inflación y estabilidad financiera. Dicho Informe describe al Banco Central de Chile como “un banco central de alta calidad y muy profesional”, cuyo “análisis y conducción de política cumplen altos estándares, comparables con los de bancos centrales con metas de inflación en economías avanzadas”. Al mismo tiempo, formula 40 recomendaciones de mejora en diversas áreas.
Marcel señaló que se daría una cuenta detallada de las opiniones y recomendaciones del Panel a la Comisión de Hacienda del Senado en una sesión que se efectuará mañana en Santiago, momento en que también se presentarán las respuestas del Instituto Emisor. Adelantó, sin embargo, que más de la mitad de las recomendaciones serán consideradas en el corto plazo, dentro de proyectos que ya se encuentran en marcha.
Fuente: Banco Central