La Universidad Regional de Aysén ha sido un anhelo histórico de la gente de la región, pero con el Movimiento Social de 2012, esta idea tomó fuerza y fue uno de los puntos más importantes de las demandas ayseninas.
En 2013, la candidata presidencial Michelle Bachelet, recogió este anhelo e incluye en su plan de gobierno el envío en los primeros 100 días de mandato del proyecto que establece la creación de dos universidades regionales: Aysén y O´Higgins.
Entre julio y octubre de 2014 en la región de Aysén se realizaron 36 diálogos ciudadanos y encuentros con organizaciones, apoderados, profesores, académicos, parlamentarios y estudiantes para determinar el carácter que debiera tener esta universidad. Estos se realizaron en todas las localidades de la región, desde Las Guaitecas hasta Villa O’Higgins.
El 18 de junio de 2014 la Presidenta Bachelet presentó el proyecto que crea las dos universidades, iniciativa que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados. Actualmente el proyecto fue aprobado en la Comisión de Educación del Senado y pretendo ponerla en tabla lo antes posible para agilizar su tramitación.
Pero, ¿por qué es importante una universidad para la región de Aysén?
En Aysén existe una notable falta de oportunidades para proseguir estudios universitarios de pregrado. Actualmente, sólo existen sedes de instituciones que imparten una limitada oferta de carreras, enfocadas más bien al nivel técnico profesional.
También hay una débil presencia de programas de postgrado con calidad acreditada, lo que limita no sólo el desarrollo científico en una zona de tanto potencial para el país y el mundo, sino también las posibilidades de aprendizaje a lo largo de la vida para sus habitantes.
Existe un déficit de profesionales y en general de capital humano avanzado tanto en el sector público como el productivo; una alta migración de población joven en búsqueda de oportunidades de estudio (68%) lo que incrementa los costos individuales y familiares tanto económicos como sociales y una baja tasa de retorno a la región. Todo esto incide en una baja competitividad regional.
Según las conclusiones de los diálogos regionales realizados en Aysén, la universidad debe estar ligada a temas regionales, debe contribuir a la equidad de oportunidades para todos los ayseninos, debe promover el desarrollo de los territorios y la integración con el mundo, debe ser de calidad, con un sistema de ingreso que favorezca la equidad, que acoja a estudiantes y docentes y constituya un barrio universitario, que tenga programas de postgrado y que potencie la Investigación el desarrollo y la Innovación.
Relacionado a este último punto, es muy importante que haya un centro de investigación de los glaciares. Recordemos que en Aysén tenemos la tercera reserva de agua dulce en estado sólido más grande del mundo, razón por la cual tenemos que transformarnos en un referente mundial en la investigación glaciológica.
La Universidad debe ser autónoma con una casa matriz en Coyhaique. Aunque aún no se han definido las carreras que podría impartir, es importante que podamos tener carreras de pregrado que obedezcan fundamentalmente a la vocación productiva de nuestra región. Hay que analizar la posibilidad de implementar carreras relacionadas con el turismo, el medio ambiente, la acuicultura, la ganadería y el tema científico.
El proyecto de la universidad regional tiene que ser definida con la participación de todos los Ayseninos, con todos los actores. Acá tienen un rol los Cores, los alcaldes, los parlamentarios, las autoridades, las organizaciones sociales y todas las fuerzas vivas de la región.
Para llevar a cabo este proyecto, necesitamos del compromiso del Gobierno, no solo para impulsar la iniciativa, sino también para financiarla y mantenerla durante los primeros años. Están contemplados 7 mil millones de pesos por parte del Ministerio de Educación y 9 mil millones de pesos por parte del fondo de Zonas Extremas.
Según algunos expertos, estos recursos nos permitirían construir cerca de seis mil metros cuadrados. Sólo por dar un ejemplo, la Universidad Austral tiene más de 140 mil metros cuadrados en Valdivia. Tal como se lo planteamos a la gente del Ministerio de Educación y al Ministro Nicolás Eyzaguirre, se van a necesitar más recursos para tener la infraestructura que requerimos.
Estamos interesados y dispuestos a que nos aporten su experiencia otras casas de estudio que tienen prestigio en Chile en investigación y extensión, y se agradece el interés manifestado por algunas universidades.
Sin embargo, queremos una universidad propia, con identidad regional, una universidad de la Patagonia. Cumplir este sueño implica que las bases de este proyecto nazcan y se desarrollen en Aysén y sean fruto de la propia experiencia que significa vivir en esta zona, con una visión desde Aysén al mundo.
Fuente: Prensa Senado.