En la tumba de la familia Brown Caces de la Universidad, ubicada en el cementerio N° 1 de Valparaíso, la PUCV inició el programa de actividades conmemorativas de su Centenario, donde se recordó el legado y el aporte realizado por sus fundadores, lo que permitió hace 100 años cimentar las bases para que Valparaíso tuviera su primera universidad, que abrió sus puertas definitivamente en marzo de 1928. La ceremonia fue encabezada por el Vice Gran Canciller, fray Cristian Eichin Molina; el rector de la Universidad, Nelson Vásquez; el director general de Vinculación con el Medio, David Contreras; vicerrectores, ex rectores, profesores eméritos y directores generales. Como invitados participaron los descendientes de la familia fundadora, entre ellas, María Carolina Brown, María Teresa Correa Brown y Juan Sebastián Brown. En la tumba está la familia integrada por Juan Brown, su esposa Isabel Caces y la familia conformada por los hijos María Luisa, Elena, Amalia, María Teresa y Juan. El ex rector Alfonso Muga y la vicerrectora Académica, Claudia Mejías, dejaron una corona de rosas blancas para destacar su legado. El rector Nelson Vásquez recordó que la PUCV es una institución que se ha ido renovando en el tiempo a lo largo de sus 96 años, a través de las personas que han pasado por sus aulas, donde ocupan un rol central los estudiantes y valoró además la impronta de los profesores y funcionarios que le han dado fisonomía y carácter a la Institución, difundiendo los valores del cristianismo y contribuyendo en diversos ámbitos del conocimiento. “Nuestra Universidad surge el 6 de agosto de 1924, a través de un legado testamentario. En este documento, podemos observar el deseo de crear una institución de educación superior en Valparaíso, al alero de la Iglesia Católica. Es una obra de la Iglesia, que ha crecido en el tiempo, a través de la contribución de muchos laicos. Hoy el legado de la familia fundadora está muy presente. La universidad ha trascendido en el tiempo y se ha fortalecido como una institución de excelencia”, complementó. Los orígenesEl director general de Vinculación con el Medio, David Contreras, recordó cómo nació la Universidad en la ciudad de Valparaíso, gracias al aporte del norteamericano Juan Brown, que llegó a mediados del siglo XIX a los 24 años, cuando la ciudad emergía como una capital, donde había un incipiente desarrollo comercial e industrial y el sello de los inmigrantes era central.“Es muy importante recoger los valores de nuestros orígenes históricos. Es valioso recordar cuando estaba la voluntad firme de la familia Brown Caces de levantar una institución católica. Es necesario dar testimonio del agradecimiento que la Universidad tiene a la familia fundadora”, indicó. TestimoniosLos descendientes de la familia Brown Caces fueron protagonistas en la ceremonia organizada por la Universidad y recibieron un presente al término. El Vice Gran Canciller, fray Cristian Eichin, recordó el aporte de sus fundadores. “Acá descansan los restos de personas cuya vida y obra fueron fundamentales para el nacimiento y desarrollo de la PUCV. Isabel Caces, principal benefactora y sus hijas Isabel y María Teresa, junto con Rafael Ariztía. Son nombres que resonarán siempre en la historia de la Institución, como pilares de generosidad y visión”. Juan Sebastián Brown indicó que “es muy emocionante lo que se ha dicho de nuestros antepasados, de ver la obra que trataron de iniciar y cómo se ha ido consolidando para ser una de las mejores universidades del país y todo el beneficio que entregaron a la ciudad y al país, a través de sus exalumnos, profesores y todo el conjunto administrativo. Mantener ese vínculo nos da una cercanía con la Universidad”. María Carolina Brown añadió que “nosotros nacimos con la Universidad y a mi padre le dieron un Doctor Honoris Causa. Siempre hemos estado ligados con la Católica de Valparaíso, así que es emotivo. No conocía la tumba de la familia y es fantástico. Es una gran universidad y es emblemática de la ciudad”. |