Ingeniería, derecho, medicina y licenciatura en matemáticas son las carreras elegidas por los alumnos del Instituto Luis Campino, Seminario Pontificio Menor y Sagrados Corazones de Alameda, que esta mañana desayunaron con el obispo auxiliar de Santiago y el Vicario para la Educación.
“No se trata de ver solo los resultados, porque la educación no es un producto, es un proceso, un desarrollo, pero que evidentemente tiene también su cosecha”, expresó esta mañana el Pbro. Tomás Scherz, Vicario para la Educación, durante el tradicional desayuno con alumnos de colegios del Arzobispado de Santiago que obtuvieron puntajes nacionales en la PSU.
Con la presencia de monseñor Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago, los alumnos Stefano Brito Vargas y José Miguel Cordero Carvacho, del Instituto Luis Campino; Benjamín Pizarro Riquelme y Camila Vargas muñoz, del Colegio de los Sagrados Corazones de Alameda; y Fernando Figueroa Zamora, del Colegio Seminario Pontificio Menor, junto a sus padres y rectores de sus respectivos establecimientos, el homenaje se desarrolló tras un momento de oración.
Su objetivo, detalló el P. Tomás Scherz, fue redescubrir la idea de una educación de carácter pública, en el sentido del servicio al bien común, pero con una característica fundamental: una mirada de la educación “no solo como una capacitación, vale decir potenciar los dones naturales de la inteligencia, sino también como una formación integral que implica desde el aspecto afectivo hasta el aspecto trascendente, el bien común y las relaciones interpersonales”, indicó junto al deseo de que sean personas que salgan a comunicar ese sello.
Monseñor Fernando Ramos, tras agradecer la confianza de los padres, felicitar a los alumnos y entregarles un presente, desatacó la importancia de la experiencia escolar en la vida adulta.
“Es más fuerte la experiencia humana de amistad, de valores, de formas de relacionarse, que se tiene en el colegio que la universitaria, que va a condicionar la vida laboral, pero la vida en esta pluralidad de expresiones y de relaciones, que va mucho más allá de lo laboral, quedará marcada por el colegio”, señaló.
Y agregó: “A nosotros nos da una satisfacción enorme que ustedes hayan participado de esa experiencia en colegios que pertenecen al Arzobispado de Santiago, porque esa experiencia va a ser un fondo, una mochila que los va a acompañar toda su vida. Esperamos que sea un elemento que potencie todas sus capacidades, perspectivas, sueños y aspiraciones”.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago.