“Compre una parcela con bosque nativo en cuotas sin interés”; “vendemos maravillosas parcelas en exclusivo proyecto ecológico”, “ofrecemos terrenos en la Patagonia con alta plusvalía, conservación y sostenibilidad”. Todas estas alternativas abundan en internet y las redes sociales cuando una persona está buscando un terreno en el sur de Chile con foco en la conservación, tanto en la Patagonia como en otros lugares.
Se trata de anuncios que buscan vender un proyecto de vida, pero que muchas veces no tienen un sustento que certifique que lo que están ofreciendo tenga altos y adecuados estándares de cuidado medioambiental. Por este motivo, Diego Varela, socio fundador de Biósfera Austral, gestor de proyectos de conservación rural, entrega algunos consejos para evitar caer en posibles problemas legales y realmente comprar un predio que garantice la conservación:
1. Trayectoria del equipo.
Revisar que la empresa esté legalmente constituida y confirmar que el equipo esté formado por profesionales de experiencia técnica y legal, dado que los parques rurales de conservación incorporan planes de manejo, servidumbres, ordenamiento territorial, estudios ambientales, estrategia jurídica, monitoreo y fiscalización.
2. Contar con un Derecho Real de Conservación (DRC) riguroso, bien diseñado y estructurado desde el punto vista técnico y legal.
El Derecho Real de Conservación, ley 20.930, es una herramienta legal para iniciativas de conservación privadas, ya que permite al dueño de un predio destinarlo voluntariamente a conservación sin perder su derecho de propiedad sobre el mismo, además de asegurar la continuidad de la iniciativa en el tiempo.
Asimismo, al ser un contrato, los estándares son fijados de manera voluntaria por los privados, por lo cual es sumamente importante que éstos sean elevados.
Ejemplos de algunas medidas concretas para el DRC:
· Establecer perpetuidad.
· Impedir el cambio de uso de suelo.
· Impedir las subdivisiones futuras para evitar la fragmentación.
· Implementar plan de manejo de conservación.
· Controlar, normar o prohibir los animales exóticos.
· Limitar al máximo la infraestructura predial y evitar cualquier equipamiento ajeno a la actividad agrícola y de conservación de los parques.
· Prohibir el uso de herbicidas, pesticidas y cualquier actividad extractivista que no tenga un manejo regenerativo u holístico.
· Prohibir el uso de productos que no sean biodegradables.
· Generar soluciones renovables como cosecha de agua lluvia, electrificación solar y biorremediación.
· Normar las materialidades y los colores con el fin de proteger el paisaje.
· Fijar un tratamiento de aguas grises, negras y de residuos.
· Muchas otras medidas, la lista es larga para poder generar conservación efectiva.
3. Experiencia del garante, trayectoria y reputación.
Para asegurar el cumplimiento del DRC, se trabaja junto a una organización, que actúa como titular y se ocupa de su fiscalización. Para ello es importantísimo evaluar la trayectoria y experiencia del garante, así como su historial en la materia.
4. Tener certeza de que hay un resguardo del suelo agrícola y no un núcleo urbano encubierto.
“Ante la proliferación de campañas de ventas de parcelas rurales, es importante que las personas que busquen proyectos con finalidad de conservación, puedan exigir al vendedor altos estándares técnicos y jurídicos, puesto que la regulación actual está buscando limitar aquellas iniciativas que no tengan planes adecuados para insertarse en las zonas donde están emplazados, que procuren un buen resguardo del medioambiente, de las comunidades y del suelo rural en general, ya que existen muchas iniciativas con falsas promesas”, puntualizó Varela.
Fuente: Vital Comunicaciones