- Expertos aseguran que realizar actividad física constantemente y contar con una dieta equilibrada y saludable, ayuda a proteger el corazón ante diversas enfermedades.
Santiago, agosto del 2024.- Durante agosto se conmemora un nuevo mes del corazón, fecha que tiene como objetivo visibilizar las problemáticas asociadas a las enfermedades cardiovasculares (ECV), las cuales corresponden a una de las principales causas de muerte en Chile, ubicándose en el segundo lugar luego de los tumores malignos según el Departamento de Estadísticas en Información de Salud (DEIS).
Sin embargo, esta enfermedad, se puede prevenir a través de hábitos saludables como la actividad física permanente y la alimentación. Por ello, especialistas: una nutricionista y un entrenador, explican cómo prevenir estas enfermedades.
En ese sentido, Jorge Pizarro, especialista en entrenamiento y gerente de sede de Smart Fit Chile, asegura que la actividad física puede ser un gran aliado para la salud cardiovascular. “Cuando la actividad física es dirigida bajo estándares científicos, trae consigo una serie de beneficios que van desde reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hasta disminuir la magnitud de la lesión producida en un ataque cardíaco; lo que se traduce en el aumento de la calidad y la expectativa de vida. Dado lo anterior, se hace tan necesario entrenar de manera permanente para llevar una vida saludable”, explica.
“Este entrenamiento puede estar enfocado en distintos objetivos, pero lo importante es que las personas sepan que se puede entrenar para mejorar la calidad de vida y para prevenir un gran número de enfermedades, incluyendo las cardiovasculares. El entrenamiento físico es una verdadera garantía de muy bajo costo para la mejora y mantenimiento de nuestra salud”, agrega.
Respecto a los ejercicios que más ayudan a mantener un corazón saludable, el ejecutivo explica que es importante que la actividad física se haga de manera regular y a una intensidad determinada, abarcando rangos de intensidades bajas (estiramientos, yoga, tai chi, caminar y pedalear), a rangos de intensidades altas (carreras, saltos, lanzamientos y levantamientos de peso). “Estas actividades físicas deben agrupar ejercicios según el nivel de condición física de la persona y ser prescritos por un profesional, el cual diseñará un programa de entrenamiento que permita estimular adecuadamente el sistema cardiovascular sin correr riesgos”, argumenta.
Pero ¿qué pasa si la persona ya tiene una enfermedad cardiovascular?, ¿puede hacer deporte sin poner en riesgo su salud? En ese sentido, el especialista explica que “es ideal que en estas condiciones, luego del diagnóstico de la enfermedad cardiaca, se comience con el tratamiento médico. Y si dentro del tratamiento se prescribe ejercicio, luego del cardiocheck realizado por el especialista médico, este debe ser monitoreado y dosificado”.
Por último, el ejecutivo asegura que una de las principales causas de ECV es el sedentarismo. En ese sentido, explica que una vida sedentaria, es cuando se evita el movimiento en los desplazamientos, abusando del uso de automóviles u otros medios de transporte que requieren el mínimo esfuerzo.
Por su parte, Fabián Padilla, nutricionista de Smart Fit Coach, explica que, al igual que la actividad física, la alimentación juega un rol crucial en la prevención de este tipo de enfermedades. “Para mantener en buena condición el corazón, tener en cuenta los alimentos que consumimos es sumamente importante, ya que una buena nutrición impacta significativamente en mantener un corazón saludable. Problemas como alto colesterol o problemas en la presión arterial con signos claros de cierto descuido en el aspecto nutricional”.
Por ello, el especialista entrega sus recomendaciones para elegir alimentos que ayudan a prevenir y combatir las ECV.
1. Reducir grasas saturadas y trans: Opta por grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate, frutos secos (nuez, almendra, avellana) y pescados grasos como el salmón (aceites que se consuman crudos no para freír en alimentos.
2. Controlar el consumo de sal: Cocina en casa para controlar la sal y elige alimentos frescos sobre procesados. Usa sellos de alimentos para elegir mejor. Limitar la ingesta de alimentos con sellos “ALTO EN” ayudará a evitar el consumo de nutrientes que en exceso pueden provocar enfermedades cardiovasculares como el sodio, que aumenta la presión arterial cuando se excede su recomendación, y las grasas trans que favorecen el aumento del colesterol LDL y la formación de ateromas.
3. Aumentar la ingesta de fibra: Consume más frutas, verduras de temporada, granos enteros y legumbres al menos 2 veces por semana. Un desayuno con avena integral y frutas es ideal. El consumo de frutas y verduras ayuda a disminuir la presión arterial, mejorar la función endotelial y prevenir la formación de ateromas gracias a su contenido de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
4. El consumo de semillas y su contenido de grasas saludables, fibra y antioxidantes ayudarán a reducir el colesterol LDL disminuyendo el riesgo de formar placas ateroscleróticas.
4. Incluir ácidos grasos omega-3: Consume pescados grasos como salmón, caballa y sardinas, así como chía, linaza y nueces. Estos ayudan a reducir inflamación y triglicéridos. Suplementar con 1000-1200 mg de omega-3 puede ser beneficioso.
5. Limitar el azúcar: Evita azúcar en bebidas y dulces. Prefiere agua, té sin azúcar o frutas frescas para satisfacer el gusto dulce.
6. Hidratación adecuada: Bebe suficiente agua, aproximadamente 35 cc por kg de peso, para la salud general y cardiovascular.
7. Realizar actividad física regularmente: Combina una buena dieta con ejercicio regular como caminar, nadar o andar en bicicleta para mantener un corazón saludable.
8. Las proteínas de alto valor biológico favorecen la mantención de la masa muscular y a reducir la presión arterial.
Fuente: Parla