- El académico Fernando Rodríguez, académico de la Escuela de Educación Física PUCV afirma que hacer ejercicio y tener una buena nutrición son esenciales para responder a mediciones como la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior.
A un mes y medio que se acabe el 2022, no son fáciles los tiempos que se viven, donde nuestro cuerpo empieza a sentir los efectos de un año marcado por el regreso a la presencialidad. Asimismo, los estudiantes tanto de colegios como de universidades y centros de formación técnica, enfrentan las pruebas finales para cerrar un nuevo ciclo académico y comenzar otro más desafiante.
Miles de estudiantes también rendirán la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), en un contexto de marcada incertidumbre considerando que llevamos casi tres años de pandemia y el contenido de la medición para ingresar a la universidad ha enfrentado diversos cambios.
Al respecto, el director de la Escuela de Educación Física de la PUCV, Fernando Rodríguez, ofrece una serie de recomendaciones para enfrentar las evaluaciones de fin de año, entre ellas, realizar ejercicio al menos una hora al día y alimentarse bien, evitando el consumo de alimentos con grasas saturadas que afecten la salud intestinal.
“Antes de cualquier evaluación se requiere estar tranquilo y relajado, pero desde el punto de vista físico se necesita no estar muy cansado, no haber pasado toda la noche anterior estudiando o hasta muy tarde, con sueño, puesto que esto provoca molestias durante la evaluación que pueden afectar en la concentración”, expresó.
En el ámbito de la actividad física, el académico sugiere mantenerse activos los días anteriores a la prueba, salir a andar en bicicleta, caminar y dedicarle una hora diaria a estas actividades, trotar y no hacer nada muy estresante como meterse a un gimnasio con más gente, estar tranquilo, acompañarse de alguien en una conversación o solo para encontrarse con uno mismo y buscar cierta paz.
“El cuerpo necesita oxigenarse, sudar, liberar estrés. Es necesario buscar actividades no solo el día anterior, sino que idealmente unos 15 días antes de la medición, moverse, caminar, andar en bicicleta, trotar, nadar o hacer algún ejercicio con intensidad, que permita mantener controlados los niveles de estrés o ansiedad y el cuerpo en buenas condiciones para que pueda rendir en esas largas jornadas sentado durante la rendición de la prueba”, complementó.
Hay otros factores que son paralelos y que se relacionan con la concentración y se vinculan con el buen dormir. “Para los jóvenes se recomienda dormir entre 7 a 9 horas, todos los días. No consumir ningún tipo de medicamentos, estar relajado antes de la evaluación y en relación a la comida, cuidar mucho la dieta antes de rendir la prueba, en especial el día anterior, no comer grasa y evitar una carga alimentaria alta porque también podría provocar problemas intestinales, lo que afecta a la microbiota por estrés con un aumento de la permeabilidad intestinal donde la persona puede ir más veces al baño”, agregó.
Finalmente, el académico hizo un llamado a no desajustar la dieta y no consumir alcohol los días antes de las pruebas y mantenerse en las mejores condiciones de salud posible, tanto desde el punto de vista mental, físico y nutricional, pues esto afecta directamente en lo cognitivo, que es lo que se mide en estas pruebas.
Fuente: PUCV