Dejar de consultar la opinión del talento, no contar con ellos en los nuevos proyectos que surgen y restringir el acceso de la información, son solo algunos de los signos que se observan cuando van a desvincular a una persona de su trabajo. Así se desprende de la última encuesta de Laborum, realizada a más de 330 profesionales de recursos humanos en Latinoamérica.
Santiago, Chile de 2023.- Una encuesta sobre “Red flags: señales de que están por despedir”, realizó Laborum donde conversó con 336 especialistas en Recursos Humanos de Latinoamérica para identificar cuáles son los signos más frecuentes cuando están por desvincular a un talento.
El sondeo contó con la participación de 113 profesionales de Argentina, 38 de Chile, 92 de Ecuador, 52 de Panamá y 41 de Perú, quienes revelaron cómo actúan cuando están por desvincular a un talento y cuáles son las alertas que surgen cuando se aproxima un despido.
De acuerdo con los resultados, en Chile el 68% de los profesionales aseguran que se tardan hasta más de un mes para decidir el despido de una persona. Una vez que tienen la decisión tomada, el 42% de ellos reconoce que restringe el acceso a la información del trabajador que será desvinculado, frente a un 58% que asegura que no lo hace. Sin embargo, si se trata de los avisos institucionales e importantes, el 82% de los expertos afirma que le sigue enviando información a quien dejará la empresa.
En esta línea, el 71% de los encargados de Recursos Humanos en el país, cuenta que deja de sumar al talento en los nuevos proyectos que aparecen en la compañía, mientras que el 29% continúa contando con la participación del trabajador que saldrá de la institución.
Sin embargo, si se trata de reuniones en que las personas solían participar, el 79% de los encuestados las siguen sumando, pero el 21% desiste de invitarlas.
En el resto de los países la situación cambia: solo los argentinos y los chilenos continúan sumando mayoritariamente al talento a los encuentros en los que solía estar, mientras que los ecuatorianos y los peruanos hacen lo contrario, y los panameños responden a ambas opciones por igual.
Por otro lado, el 55% de los profesionales en Recursos Humanos en Chile, no tienen en cuenta la opinión del trabajador que será desvinculado, sobre decisiones importantes de su área, mientras que el 45% sí contempla los aportes del empleado. En los países de la región, la respuesta es similar: el 71% de los especialistas ecuatorianos deja de consultar la opinión del talento sobre las decisiones importantes de su área, en Perú el 61%, en Panamá el 60% y en Argentina el 59%.
“Vemos que la tendencia tanto en Chile como en la región es que, en la medida que hay claridad de la desvinculación de un colaborador, cada vez se considera menos a éste como parte del equipo que contribuye a las decisiones de una empresa”, explica Diego Tala, director de Laborum Chile.
¿Y cómo es el trato con la persona que se va a despedir? El 50% de los profesionales chilenos confirma que no cambia la forma en la que se trata al talento y que sigue siendo la misma hasta el final, mientras que la otra mitad responde que sí es diferente.
En comparación con los otros países de la región, Argentina concentra el mayor porcentaje de especialistas en Recursos Humanos que respondieron que no modifican el trato con el talento, con un 65% le sigue Perú con el 54%, Panamá con el 52% y Ecuador con el 45%.
Responsabilidades al momento de dejar la empresa
El 50% de los encuestados chilenos asegura que el talento mantiene las mismas tareas hasta su último día en la compañía, aunque el 40% le da cada vez menos responsabilidades, el 5% las cambia y el mismo porcentaje brinda mayor caudal o profundiza su complejidad.
Además, si bien mayoritariamente sus tareas no son modificadas, el 47% de los encuestados empieza a asignar sus responsabilidades a otros compañeros, frente a un 53% que mantiene las tareas de cada empleado hasta su último día laboral en la empresa.
A su vez, el 58% de los expertos sostiene que, a pesar de ya tener la decisión tomada, su trabajo es corregido de la misma manera, el 18% afirma que casi no se le corrige y el 23% profundiza las correcciones e incluso le llama la atención.
Fuente: Voxkom.