Ante las declaraciones formuladas por la recién asumida titular del Trabajo, Ximena Rincón, indicando que se debe perfeccionar la reforma tributaria, el académico de la U. de Santiago, Norberto Rivas, señaló que las preocupaciones están instaladas, entre otras cosas, por el impacto significativo en la clase media, como se comprobará en el alza de los precios de las viviendas, las que a partir del año 2016, se verán afectas con el IVA.
En una de sus primeras actividades, la recién asumida ministra del Trabajo, Ximena Rincón, declaró que se tendrá que perfeccionar la reforma tributaria.
Ante esto, el profesor de la Facultad de Administración y Economía, Norberto Rivas, indicó que “existen preocupaciones debido a que su aplicación es gradual, para cinco años, y ya ha tenido un impacto significativo en la clase media. Por ejemplo, se aprecia un alza de los precios de las viviendas, las que a partir del año 2016 se verán afectadas con el IVA; agregando además el ajuste que están haciendo los bancos respecto del monto máximo a financiar en los créditos hipotecarios”.
Otras de las posibles falencias que pueda tener y lo que se tendría que ajustar es, según Rivas, que “el monto a recaudar sería menor, considerando principalmente las bajas tasas de crecimiento esperado para Chile en los próximos años, situación que no se consideró en las estimaciones de ingresos esperados en la reforma tributaria. También, es necesario considerar que esto ha provocado en los agentes económicos muchas dudas, y una sensación generalizada de su complejidad, lo que se traduce en una menor inversión y desarrollo de proyectos nuevos”.
Impuesto de las empresas
Agregó que “una de las normas de más conversación y análisis, es la situación de los regímenes opcionales para determinar el impuesto a pagar de primera categoría de las empresas, que declaran su renta efectiva según su contabilidad completa; esto es los sistemas de renta atribuida o renta parcialmente integrada, cuya aplicación regirá totalmente a partir del año comercial 2017”.
Enfatizó que, “al respecto, seriamos el único país que permitiría declarar los impuestos de las empresas, por un sistema hibrido y opcional en especial el sistema de renta parcialmente integrado, en el cual el dueño pierde un 35% del crédito debido a la carga tributaria pagado por la sociedad, al que tiene derecho de rebajar en sus impuestos personales, impuesto global complementario o adicional”.
“El sistema de renta atribuida en el impuesto a la renta en Chile, siempre ha existido en el régimen de declaración de las rentas presuntas y en el régimen de renta efectiva, según contabilidad simplificada, asimismo, en la tributación de las sociedades de profesionales que tributan en la segunda categoría de la ley de la renta”, explica.
Ahorro e inversión
Según el académico de la Universidad de Santiago, otro punto que se debe perfeccionar es lo relativo a los incentivos al ahorro y la inversión de las pequeñas y medianas empresas, los cuales “a partir del año 2017, dejan de tener el beneficio de dos sistemas que han permitido el ahorro y la inversión en este tipo de firmas, sin tener que adelantar el pago de sus tributos, hasta el momento del retiro de las utilidades”.
Sobre el futuro escenario, el experto subrayó que “de mantenerse tal como está aparte de su compleja aplicación, es probable que no se cumpla con la recaudación esperada y comprometida para los gastos programados, por una menor inversión y desarrollo de nuevos emprendimientos, por lo que finalmente la mayor recaudación la terminará pagando la clase media y las Pymes; lo cual, es diferente a lo esperado y que propiciaba el mensaje inicial de la reforma tributaria: igualdad, equidad y justicia tributaria”.
Fuente: Comunicaciones USACH.