- La crisis del costo de vida es el mayor riesgo a corto plazo, mientras que la incapacidad para mitigar el cambio climático y de adaptarse al mismo es la mayor preocupación a largo plazo
- Las rivalidades geopolíticas y las posturas cerradas acentuarán las restricciones económicas y exacerbarán aún más los riesgos a corto y largo plazo
- El Informe de Riesgos Globales hace un llamado a los países a trabajar en conjunto para evitar “rivalidades por los recursos”
- El informe se basa en las perspectivas de más de 1,200 expertos, encargados de formular políticas y líderes de la industria. Lea aquí el Informe de Riesgos Globales 2023, descubra la Iniciativa de Riesgos Globales y únase a la conversación usando el hashtag #risks23
Ginebra, Suiza, a 11 de enero de 2023. Durante los últimos 17 años, el Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial ha advertido sobre la existencia de riesgos mundiales estrechamente relacionados. Los conflictos y las tensiones geoeconómicas han desencadenado una serie de riesgos a nivel mundial estrechamente interconectados, de acuerdo con el Informe de Riesgos Globales 2023 del Foro Económico Mundial. Entre ellos figura la escasez en el suministro energético y de alimentos, que probablemente persista durante los próximos dos años, así como los elevados aumentos del costo de la vida y del servicio de la deuda. Al mismo tiempo, estas crisis podrían socavar los esfuerzos para hacer frente a los riesgos a más largo plazo, especialmente aquellos relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en capital humano.
Estas son las conclusiones del Informe de Riesgos Globales 2023, publicado el día de hoy, el cual sostiene que el plazo para actuar frente a las amenazas más críticas a largo plazo se está agotando rápidamente y que es necesaria una acción concertada y colectiva antes de que los riesgos alcancen un punto de inflexión.
El informe, elaborado en colaboración con Marsh McLennan y Zurich Insurance Group, se basa en las opiniones de más de 1,200 expertos en riesgos mundiales, encargados de formular políticas y líderes de la industria. A lo largo de tres periodos, esboza un panorama de los riesgos mundiales que resulta nuevo y a la vez inquietantemente familiar, ya que el mundo se enfrenta a muchos riesgos preexistentes que anteriormente parecían estar retrocediendo.
En la actualidad, la pandemia mundial y la guerra en Europa han vuelto a poner en primer plano las crisis energética, inflacionaria, alimentaria y de seguridad. Estas generan riesgos conexos que predominarán durante los próximos dos años: el riesgo de recesión; el creciente sobreendeudamiento; una crisis continua del costo de vida; las sociedades polarizadas como consecuencia de la desinformación; la interrupción de las medidas oportunas para combatir el cambio climático; así como una guerra geoeconómica de ganadores y perdedores.
A menos que el mundo empiece a cooperar más eficientemente en torno a la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, en los próximos 10 años se producirá un calentamiento global constante y un colapso ecológico. La incapacidad para mitigar el cambio climático y de adaptarse al mismo, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental representan cinco de los 10 principales riesgos; la pérdida de biodiversidad se considera uno de los riesgos mundiales que se agravarán más rápidamente en la próxima década. Al mismo tiempo, el liderazgo basado en las crisis y las rivalidades geopolíticas podrían generar aflicción social a un nivel sin precedentes, a medida que desaparecen las inversiones en salud, educación y desarrollo económico, deteriorando aún más la cohesión social. Por último, las crecientes rivalidades no sólo entrañan el riesgo de un mayor armamentismo geoeconómico, sino también de una remilitarización, especialmente a través de nuevas tecnologías y actores corruptos.
Fuente: LLYC.