- Académicos de pre y postgrado en fonoaudiología de la Universidad San Sebastián analizan el Síndrome de Tourette, su tratamiento y cómo la música podría ayudar a sobrellevar este cuadro neurológico.
Tras el éxito del cantante Pedro Vial en las audiciones a ciegas de The Voice Chile, y luego de que diera a conocer que padece del síndrome de Tourette, se ha generado interés sobre cómo sus tics desaparecen al momento de cantar. Pero no es el único caso. Cantantes reconocidos como Billie Eilish o Zac Efron han confesado sufrir este trastorno, mientras que Kurt Cobain y hasta el prodigioso Mozart habrían padecido el mismo
El síndrome de Tourette es un cuadro neurológico que suele aparecer en niños o adolescentes y se manifiesta a través de tics motores y fónicos frecuentes. Se trata de movimientos involuntarios, rápidos y repetitivos de la cara, el tronco o las extremidades, que no se pueden controlar con facilidad. Suelen ir acompañados de vocalizaciones, gruñidos, gritos o carraspeos.
Según el director del Diplomado en neurorrehabilitación fonoaudiológica en adultos de la Universidad San Sebastián (USS), Jorge Valdés, estas conductas repetitivas pueden afectar los fenómenos fisiológicos que permiten el habla. Sin embargo, no se describen dificultades cognitivas en las personas con este síndrome que puedan impactar en la comunicación”. Por lo tanto, una persona con síndrome de Tourette puede llevar una vida perfectamente normal.
Desde el punto de vista fonoaudiológico, la voz podría ser afectada si el tic involucra musculatura respiratoria, laríngea o perilaríngea. “Si los tics son frecuentes a nivel laríngeo y cervical, tienden a aumentar el tono muscular de la zona, disminuyendo su función”, señala Juan Carlos González, Coordinador de la Unidad de Voz en la carrera de Fonoaudiología USS.
La música como aliado terapéutico
Si bien este síndrome no tiene cura, tiende a disminuir con los años y su tratamiento corresponde a terapia compensatoria: psicológica, farmacológica y fonoaudiológica, disminuyendo en gran medida la ocurrencia de tics. “En el caso de la voz, se reduce el esfuerzo fonatorio, se toma conciencia de qué estructuras se ven comprometidas y, en ciertos casos, la persona puede cambiar los tics que más afectan la fonación por otros que la afecten en menor medida”, dice González.
Complementariamente, el uso terapéutico de la música está en auge, y se han evidenciado sus efectos beneficiosos a nivel cerebral y socioemocional. “En otro tipo de patologías neurológicas, como el Parkinson, se ha visto mejoría utilizando voz cantada coral. Ahí está la situación del canto, pero también el compartir el canto con otras personas, reunirse en torno a una actividad común lo vuelve algo social”, indica Valdés.
“El síndrome de Tourette se encuentra muy relacionado con la esfera emocional, y la música o el canto pueden ayudan a las personas a sobrellevar situaciones de mayor estrés, por lo que no es extraño pensar que pueda ayudar a disminuir la cantidad de tics”, comenta el académico.
Por lo tanto, la música sería un buen aliado terapéutico en estos casos, aumentando la sensación de bienestar. Algo que ya han manifestado los artistas que padecen el síndrome, que al cantar, parecen “olvidarse” de los tics. Como explicó Pedro Vial tras la audición de The Voice: “es como un momento de desconcentración del entorno, y concentración en mí”.
Fuente: USS