La fundación plantea que se debe modernizar la entrega de este contenido cambiando las actuales clases de “religión” por “historia de las religiones”, en un módulo especial dentro del ramo de historia.
La Fundación Sociedad Atea propone que se derogue el Decreto Supremo 924, firmado el 12 de Septiembre de 1983, y que hoy regula la instrucción religiosa en todos los colegios de Chile. En dicho decreto se señala que “las clases de religión deberán ofrecerse en todos los establecimientos educacionales del país”.
Esta derogación se puede realizar ahora, sin necesidad de cambiar la Constitución. Sólo se necesita la voluntad política de nuestras autoridades.
La propuesta de nuestra fundación es modernizar la entrega de este contenido cambiando las actuales clases de “religión”, que realizan una catequesis de un credo en particular, por “historia de las religiones”, en un módulo especial dentro del ramo de historia.
De esta forma se asegura que los niños y jóvenes puedan conocer no sólo la religión que sus colegios imparten sino que también toda la diversidad y el pluralismo de religiones que existen en Chile y en el mundo.
Un Estado laico rescinde de la enseñanza religiosa a sus ciudadanos. Por lo mismo, el Estado debe implementar una política pública sobre una educación laica, pública, gratuita y de calidad.
Una educación laica genera la apertura al diálogo, así como respeto por la diversidad y aceptación de opiniones distintas.
En esta misma línea, la organización se suma al movimiento ciudadano por una Asamblea Constituyente para cambiar nuestra Constitución. Este domingo 23 marchará para exigir al gobierno este mecanismo pluralista y representativo de todos los sectores de la sociedad.
Para Sociedad Atea es fundamental tener la categoría de Estado Laico expresamente en la redacción del futuro texto jurídico. Proponemos cambiar el actual Artículo Cuarto del Capítulo I de la Constitución de 1980 que dice “Chile es una república democrática” por “Chile es una república laica y democrática” o en su defecto “Chile es un estado laico democrático”.
En una nueva Constitución la religión debe ser considerada como una opción personal válida, garantizada en el ámbito privado, en templos destinados a tales fines, o incluso en espacios públicos, mientras no coarten la libertad de otras personas con las que compartan ese sitio.
Un Estado laico debe asegurar igualdad de derecho y deberes para sus ciudadanos independiente de su credo y eliminar privilegios como exenciones tributarias, subvenciones y aportes económicos a iglesias en particular.
Chile, como cualquier país moderno y desarrollado, debe establecer con claridad que es un Estado Laico y educar a sus ciudadanos con una impronta laica, pluralista e igualitaria. Esas son nuestras metas como librepensadores y vamos a luchar con todas nuestras fuerzas para alcanzarlas.
Fuente: Prensa Fundación Sociedad Atea