– Más de mil regalos fueron entregados a los pequeños que ilusionados esperaron al Viejito Pascuero. La actividad impulsada por la casa de estudios maulina se realiza hace 29 años.
Como ya es tradición, los niños y niñas que viven a lo largo del trayecto que recorre el ramal Talca – Constitución recibieron por adelantado al Viejito Pascuero y sus regalos, gracias a la visita del Tren de Navidad, que recorrió el pasado sábado 21 de diciembre las localidades de Colín, Corinto, El Morro, Tanhuao, González Bastías, Toconey, Curtiduría, Pichamán, Forel, Huinganes y Maquehua de la Región del Maule.
Esta actividad, que la Universidad realiza hace ya 29 años, llevó alegría y esperanza a las familias de las localidades de este ramal, el último que va quedando en nuestro país, y que ha sido declarado monumento nacional, con lo que además se transforma en una iniciativa de puesta en valor y rescate patrimonial.
Como todos los años, el Coro de Niños de la Universidad de Talca se sumó a esta iniciativa, llevando además clásicos villancicos a las familias de los distintos lugares del Maule que participan con alegría de esta travesía navideña.
Iván Coydan, vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad de Talca, fue parte de esta celebración. “Estamos en el Maule profundo y no se trata solo de la entrega de un regalo en particular, estamos rescatando el patrimonio de lo que es el secano costero. Por lo tanto, el compromiso de la Universidad no es solamente a nivel central, es con toda la región y a nivel de toda la comunidad”, sostuvo.
“El mensaje en este día es de unidad, de conciencia cívica. Yo creo que el rol de una universidad no solo es entregar la educación dentro de las aulas, uno también educa con acción, con ejemplo, y eso es lo que tratamos de hacer en este caso, en la Región del Maule”, agregó el vicerrector.
Respecto de la entrega de los regalos, la directora de Extensión Cultural – Artística de la UTalca, Marcela Albornoz, explicó que “en nuestra institución todos los funcionarios, académicos y alumnos participan de la campaña del juguete, un juguete nuevo. Nosotros queremos entregar un regalo, pero un regalo digno, a cada uno de los niños. Entregamos más de mil juguetes, parando en todas las estaciones del ramal Talca – Constitución, una actividad que hacemos hace 29 años”.
La directora también se refirió al valor patrimonial: “Se trata del último ramal de Chile, por lo que para nosotros se trata también del rescate de nuestra identidad, de nuestro Maule profundo, también de lo que significa para cada una de las familias. Hay que pensar que hace 29 años, los niños que recibieron sus regalos hoy son padres de familia que hoy están participando con sus hijos”.
Es así como Catherine Iturra, de la localidad de Rauquén, toda su infancia recibió los regalos del Tren de Navidad de la UTalca, y en esta oportunidad esperaba con alegría y junto a su hija al Viejito Pascuero del ramal. “Es una experiencia de años, una tradición muy linda para la gente, de campo sobre todo, porque a los papás les cuesta mucho, es mucho sacrificio poder tener un regalito, y también para que los niños conozcan al viejito. A los niños les gusta y les sirve mucho, ahora yo traigo a mi hija, ya es una costumbre, muy bonita”, manifestó.
Una de las primeras paradas de este recorrido fue en la estación Colín, a doce kilómetros de iniciado el recorrido. Desde ese lugar quienes descendieron del Tren de Navidad fueron recibidos entre aplausos y gritos de emoción de los niños que esperaban la llegada del Viejito Pascuero.
La actividad se trasladó luego a la Escuela básica rural de Colín, donde el director del establecimiento, Mauricio Martínez, agradeció a la Universidad de Talca y a todos los que hicieron posible la realización del Tren de Navidad. “Estamos muy felices de recibir a los representantes de la Universidad de Talca, y muy agradecidos del trabajo que realizan y muy contentos de recibirlos”, sostuvo.
Además de parar y entregar regalos en cada una de las estaciones del ramal, el Tren de Navidad se detuvo en cada lugar donde había un niño esperando al viejito, aunque fuera solo uno. Ese fue el caso de Anais, una niña que esperaba junto a su mamá, Coni Méndez. “No hay más niños acá, por eso agradecemos al tren y al Viejito por haber parado solo por mi hija, ella está muy contenta”, dijo emocionada.
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