Entre los 45 días y los cuatro meses de vida es el período clave para el proceso de vacunación. Revisa aquí los tips y recomendaciones para tener a tu mascota a salvo de enfermedades virales.
Como sucede con todos los animales, existen enfermedades infecciosas que amenazan a nuestras mascotas, algunas de ellas con una alta mortalidad o que pueden dejar secuelas graves. Para esto, la medicina veterinaria ha desarrollado vacunas que buscan proteger a nuestras mascotas evitando que se contagien con estas enfermedades.
“Durante sus primeras horas de vida, los cachorros adquieren anticuerpos desde su madre en forma natural a través de una leche modificada llamada calostro, que les entrega inmunidad contra algunas enfermedades infecciosas”, explica el académico de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián, Antonio Bizama.
Pero esto es a corto tiempo: “a los tres meses estos anticuerpos comienzan a desaparecer. Además, estos anticuerpos maternos pueden interferir con los procesos de vacunación, haciéndola menos efectiva, lo cual puede producir un estado de susceptibilidad para algunas enfermedades infecciosas en donde los anticuerpos maternos ya no son capaces de protegerlos contra algunas enfermedades”
Es por esto es que se inicia un calendario de vacunación aproximadamente a los 45 días, donde se van administrando refuerzos en forma sistemática y es altamente recomendable no terminarlo hasta las 16 semanas, tal como menciona el experto.
Por lo anterior, “una recomendación fundamental es evitar las salidas al exterior durante el proceso de vacunación, ya que las mascotas tienden a sociabilizar con otros animales y lamentablemente existe una alta población de animales callejeros no inmunizados que puede ser un foco de riesgo”, menciona.
La mayoría de las vacunas para mascotas se presentan en forma polivalente, o sea, protegen contra varias enfermedades. Entre estas se encuentran las vacunas esenciales o imprescindibles para perros: distemper canino, parvovirus canino y hepatitis canina, generalmente asociadas a adenovirus tipo 2 y leptospirosis canina.
Para gatos, también son tres: parvovirus felino, calicivirus felino y herpesvirus felino tipo 1. Además, en Chile la vacuna antirrábica es obligatoria y se debe administrar a partir de los dos meses de vida.
Asimismo, Bizama menciona el uso electivo de la vacuna KC para la traqueo bronquitis en perros, la que dependerá de la historia clínica y la situación epidemiológica del paciente.
En el caso de los gatos, pone énfasis en la vacuna contra la leucemia viral felina. “Un porcentaje nada despreciable de gatos callejeros en distintas zonas del país son positivos al virus de la leucemia felina o del virus de la inmunodeficiencia viral felina, por lo que si su gato vive en un régimen mixto (outdoor e indoor), consulte con su médico veterinario si es o no recomendable”, dice.
Todo esto también va de la mano con la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas. “Si eres propietario estás obligado a tener a sus mascotas con sus vacunas al día. Eso es tenencia responsable. Y no solo vacunado, sino también desparasitado y con el alimento adecuado, por un tema de bienestar animal”, afirma.
Antonio Bizama es tajante: “siempre es mejor realizar la medicina preventiva, de esta forma se puede prevenir enfermedades que presentan una alta mortalidad o que pueden dejar secuelas dramáticas”.
Fuente: USS.