El parlamentario se refirió a las declaraciones emitidas por el Contralor Ramiro Mendoza, aseverando que “nuestro país experimenta un debilitamiento moral profundo que exige respuestas y conductas de orden moral”.
“Inquietud y preocupación causas las palabras del Contralor General de la República sobre que la corrupción ya llegó a Chile. Y esto no sólo por representar el diagnóstico de una realidad aguda y compleja del país, sino más grave aún porque a la fecha no se han visto ni presentado propuestas concretas para resolverla”.
De esta manera, el diputado de la UDI Enrique van Rysselberghe se refirió a las declaraciones vertidas por el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, quien durante su última cuenta pública aseveró que “la corrupción ha llegado”.
Y es que para Van Rysselberghe, “lo cierto es que en este último tiempo las instituciones han demostrado escasa capacidad de asumir el nuevo desafío que supone el combate contra la corrupción, a fin de entregar señales públicas de tranquilidad fundadas en programas de acción que tiendan a revertir el problema”.
“Y en esto el Contralor tiene razón, los síntomas de corrupción que se observan claramente no se resuelven solamente con iniciativas ni con propuestas económicas. Lo concreto es que nuestro país experimenta un debilitamiento moral profundo que exige respuestas y conductas de orden moral”, manifestó el parlamentario.
Tras lo anterior, Van Rysselberghe añadió que “esas conductas son sin duda mucho más difíciles de lograr cuando existe un profundo cuestionamiento a la figura presidencial, a la credibilidad de la jefa de estado y a la probidad de muchas otras instituciones públicas”.
“Si bien estimo necesario concretar un gran acuerdo país con el fin de elaborar propuestas institucionales de varios niveles para responder a la emergencia de casos de alta connotación pública, sería francamente errado pensar que sólo por esta vía podremos resolver el problema de fondo y recuperar además la confianza de la gente en las instituciones políticas”, expresó.
En esa línea, el diputado de la UDI recalcó que “para conseguir avanzar en propuestas concretas y soluciones específicas que vayan incluso más allá de los legal y económico, se requiere de un liderazgo y una voluntad política de las que hasta el minuto el país carece”.
“Por tanto lo grave no es que nuestro país esté expuesto a casos en los que se falta a la probidad, sino más bien lo más inquietante es que no se visualiza en el horizonte propuestas para revertir estas situaciones. Y esto ocurre, dentro de otras cosas, porque el gobierno gastó parte importante de su capital político en otras reformas importantes pero claramente menos urgentes para el país”, finalizó.
Fuente: Prensa Comité Diputados UDI.