Para el piloto de mobiliario urbano, el municipio involucró a sus vecinos en la recolección de la materia prima, en el Mercado de Reciclaje mensual de la comuna.
Desde sus inicios, en 2019 el Mercado de Reciclaje de Vitacura se propuso abordar aquellos residuos difíciles de reciclar, constituyéndose en un punto de encuentro entre los vecinos -que pueden llevar residuos que no se reciben en los Puntos Limpios- y emprendedores que trabajan esos residuos y los comercializan en el mismo mercado.
De este modo, con 40 kilos de plásticos -que van más allá de las clásicas botellas de bebida, sino que se trata de maceteros en desuso, envases de yogurt, de bálsamo, detergentes, bolsas de tallarines y arroz, entre otros- Ana María Farfán fabrica sillas que serán instaladas en el Parque Bicentenario.
La emprendedora tritura cinco de los siete tipos de plástico, lo mezcla, incorpora pigmentos con filtro UV, y lo convierte en madera plástica, con la que construye las sillas.
Apostando por la Economía Circular
La idea del piloto se gestó para evaluar las posibilidades y desempeño de un mobiliario urbano, en el que la propia comunidad participa del proceso llevando sus residuos. Se trata de sillas impermeables, recicladas, reciclables, resistentes al clima, y que no tienen costo de mantención asociado.
Para el alcalde Raúl Torrealba, el proyecto busca además, que sus vecinos experimenten de forma directa la economía circular. “Las sillas son fabricadas por una empresa de la región metropolitana, con estos residuos locales. Al fin de su vida útil, las sillas, pueden volver a ser materia prima para la fabricación local de nuevos productos, ya que son reciclables”, indicó.
Fuente: Vitacura.